Pandemia climática: 2020 entra al podio de los años más cálidos
Este año hubo un momento en que el 80% de los océanos padeció una ola de calor. Más de 50 millones de personas en el mundo se han visto afectadas tanto por la pandemia como por desastres climáticos.
Es un hecho, 2020 se instaló entre los tres años con el promedio de temperatura más alta desde que existen registros modernos a nivel mundial (1850). Con ello, el decenio 2011-2020 se confirma como el más cálido sobre el planeta en la era industrial, según reporta la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Uno de los factores que influyó en que 2020 haya sido tan cálido es el alza en las temperaturas de los océanos, tanto así, que hubo un momento del año en que el 80% del mar planetario fue afectado por una ola de calor.
"En 2020, la temperatura media mundial será alrededor de 1,2° Celsius superior a los niveles preindustriales. Celebramos todos los compromisos que los gobiernos han contraído para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero actualmente no vamos por buen camino y debemos redoblar nuestros esfuerzos”, afirmó el Secretario General de la OMM, Petteri Taalas.
"Los años récords de calor han coincidido generalmente con un fuerte episodio de El Niño. Actualmente está en desarrollo el fenómeno La Niña, que, pese a tener un efecto de enfriamiento, no es suficiente para contrarrestar el calor”, sostuvo Taalas.
Hasta el momento, 2020 sería el segundo más cálido después de 2016 y antes de 2019. Sin embargo, la diferencia entre estos 3 años es pequeña y la clasificación exacta podría cambiar una vez que se disponga de todos los datos.
Más allá de la pandemia
Aunque los efectos de la Covid-19 fueron la noticia del año, lo cierto es que los desastres en la biodiversidad continuaron su implacable devenir afectando a un sinfín de especies y millones de seres humanos.
Sólo en el primer semestre de este año hubo cerca de 10 millones de desplazamientos provocados en gran parte por los peligros y los desastres hidrometeorológicos. La pandemia agrega un nuevo riesgo ante las operaciones de evacuación, recuperación y socorro relacionadas con los fenómenos de alto impacto social.
Tras decenios de disminución, la inseguridad alimentaria viene aumentando desde 2014 como consecuencia de conflictos y la desaceleración económica, así como de la variabilidad del clima y los fenómenos meteorológicos extremos. En 2019, casi 690 millones de personas (9% de la población mundial) estaban subalimentadas y unos 750 millones sufrieron altos niveles de inseguridad alimentaria, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
De acuerdo con este organismo de la ONU, más de 50 millones de personas se han visto afectadas en doble instancia, tanto por la pandemia, como también por desastres relacionados con el clima (inundaciones, sequías y tormentas) este año.
Los efectos ambientales negativos en la tierra incluyen las sequías, los incendios forestales y las turberas, la degradación de la tierra, las tormentas de arena y polvo, la desertificación y la contaminación atmosférica; todo con implicancias a gran escala para la naturaleza y la vida silvestre. Los efectos en los sistemas marinos son, entre otros, la elevación del nivel del mar, la acidificación y la reducción de los niveles de oxígeno de los océanos, la destrucción de los manglares y la muerte de los corales.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la actual recesión causada por la pandemia de la Covid-19 dificulta la promulgación de las políticas necesarias para la mitigación, pero también ofrece oportunidades para llevar a la economía por un camino más verde a fin de impulsar la inversión en infraestructura pública ecológica y resiliente.