"Pérdidas y daños": una pequeña luz en medio de otra COP decepcionante
Chile y Alemania empujaron el hito más destacable en la cumbre climática efectuada en Egipto. En cuanto a la mitigación, adaptación y el financiamiento comprometido hace más de una década y que no se ha concretado, no hubo acuerdo concreto.
La COP27 cerró con más de agraz, mucho más de agraz, que de dulce. Como ha sido la tónica en las cumbres climáticas de las Naciones Unidas (ONU) que se desarrollan desde 1995, la Conferencia de las Partes 2022 efectuada en Sharm El-Sheikh, Egipto, quedó al debe considerando la emergencia climática y ecológica que padecemos. En verdad, visto así, otra vez fue decepcionante.
Comencemos por lo positivo que se rescata de esta cita que convoca a cerca de 200 países y en lo cual, Chile, jugó un rol preponderante. Se trata del acuerdo para crear un fondo de “pérdidas y daños” destinado a colaborar económicamente con las naciones más vulnerables al cambio climático.
“Muy feliz de haber desempeñado un rol en este resultado en la COP27. Alemania y Chile co-facilitaron esta discusión. Primero logramos poner el tema en la agenda y, luego, la decisión de establecer un fondo para pérdidas y daños”, expresó Maisa Rojas, ministra chilena de Medio Ambiente.
Esto sucedió “gracias a la presión de todas las comunidades que han estado exigiendo justicia climática para poder ir en ayuda de las personas que viven los impactos de las crisis. Parecía que no se lograría, porque hubo una fuerte oposición del mundo desarrollado, pero tras intensas negociaciones se acordó”, reconoce Estefanía González, delegada de Greenpeace Internacional presente Egipto.
"Esta conferencia ha dado un paso importante hacia la justicia. Acojo con satisfacción la decisión de establecer un fondo para las pérdidas y los daños, y de ponerlo en marcha en el próximo periodo", sostuvo António Guterres, secretario general de la ONU.
¿Quién paga la cuenta?
El acuerdo de crear un fondo de “reparación” para las pérdidas y daños ocasionadas por la crisis climática es un hito transcendente, pero con una gran interrogante: ¿Qué países pagarán la factura y cuáles serán los beneficiados?
El fondo deberá entregar financiamiento a “los países en desarrollo especialmente vulnerables”, detalla el texto. El concepto de pérdidas y daños se refiere al aporte económico que los Estados más responsables del calentamiento global le deberán hacer a las naciones más afectadas.
Habría compensaciones por los daños tangibles e intangibles. Un comité compuesto por 24 países deberá elaborar durante un año los detalles sobre el funcionamiento y la financiación de esta iniciativa para que entre en vigor en la COP28 que se efectuará en Emiratos Árabes Unidos a fines de 2023.
“Un fondo para pérdidas y daños es esencial, pero no es una respuesta si la crisis climática borra del mapa a un pequeño estado insular o convierte a todo un país africano en un desierto”, enfatizó Guterres manifestando su inconformidad con el resultado general de la COP27.
Y nada más
De mitigar las causas del calentamiento global, es decir, el origen de todo, nada. Tampoco de adaptación a los escenarios catastróficos que anticipan los expertos de seguir a este ritmo. Es decir, una vez más, “no me acuerdo del acuerdo”, haciendo referencia a Paris 2015.
“La gran ausencia fue la mitigación. No se avanzó con respecto a Glasgow 2021 en la eliminación de los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) para mantener el objetivo del 1,5 °C. Tampoco se avanzó en adaptación y financiamiento. Aún no hay una hoja de ruta clara de cómo el mundo desarrollado pagará el compromiso (adquirido en 2010) de los 100 mil millones de dólares que no se ha cumplido y que debían estar en 2020”, critica Estefanía González con toda razón.
"Necesitamos reducir drásticamente las emisiones ahora. Este es un tema que esta conferencia no abordó”, lamentó António Guterres. El titular de la ONU hizo hincapié en la necesidad de cumplir la promesa largamente retrasada de aportar 100 mil millones de dólares anuales en financiación climática para los países en desarrollo.
Frente a este escenario, Guterres, le envió un mensaje a la sociedad civil afirmando el compartir “su frustración" por los resultados generales de la COP27.
Una decepción más, mientras el tiempo sigue avanzando hacia la extensión masiva de especies, humana incluida, con la responsabilidad y complicidad de los tomadores de decisiones de los países desarrollados, es decir, los que más contaminan.