¿Por qué una laguna en México se tiñó de repente de rosado?
Esta bonita laguna costera del estado mexicano de Oaxaca dejó impresionados tanto a locales como a turistas hace unas semanas, ¡el agua se volvió rosa! ¿Por qué se ha producido este fenómeno? ¿Se trata de algo permanente? Aquí te lo explicamos.
Los habitantes de la comunidad de Escobilla, en el estado mexicano de Oaxaca, se llevaron una gran sorpresa hace unas semanas. Mientras algunos pescadores y guías turísticos locales daban una vuelta por la laguna litoral de la Salina, vieron que se había teñido repentinamente de color rosa.
Rápidamente alertaron a las autoridades, quienes ordenaron investigar la razón de esta inusual y repentina coloración del cuerpo de agua. No obstante, desde hace un par de años había algunas señales de cambio.
Algo empezó a cambiar en la laguna
Los peces empezaron a nadar desorientados, hasta el punto que solo había que meter las manos en el agua para pescarlos y sacarlos. Más tarde, algunos empezaron a aparecer en la orilla, hinchados y con un olor que parecía ser azufre. Por último, hace unos días el color del agua se volvió rosa.
En un primer momento se pensó que la alta concentración de sal podría estar detrás de este drástico cambio de la laguna de la Salina. Hasta hace unos años se extraía sal del fondo, de ahí su nombre. Los turistas estaban asombrados y rápidamente se corrió la voz para acercarse a contemplar el extraño fenómeno, mientras que los locales estaban muy preocupados, ya que la pesca y el turismo son sus sustentos económicos.
Unas bacterias halófilas, responsables del color rosa
Tras un análisis exhaustivo de las 40 hectáreas de este humedal, la Semadeso (Secretaría de Medio Ambiente, Energías y Desarrollo Sustentable de Oaxaca) ha llegado a la conclusión de que este cambio en la laguna se debe a la disminución de la oxigenación en las aguas. La laguna costera dejó de tener contacto con el mar, lo que provocó la disminución del oxígeno y la proliferación de bacterias, cuyos residuos pintan de rosa las aguas.
Por esta misma falta de oxígeno, los peces que habitan sus aguas están muriendo. Según los biólogos de la Semadeso, se trata de un claro proceso de eutrofización. Este es el término científico que recibe la acumulación excesiva de nutrientes inorgánicos en el agua, lo que desencadena la proliferación de algas duanaliella salina, que son las que provocan este color rosado.
Conforme va aumentando la salinidad de la laguna, las microalgas activan un mecanismo de defensa y empiezan a producir un pigmento naranja. Con el paso del tiempo, las microalgas son desplazadas por bacterias halófilas que soportan bien la alta concentración de sal, produciendo a su vez un pigmento rojo o rosa. Todavía se está investigando qué bacteria concreta es la que ha producido la metamorfosis de esta laguna.
Sequías más prolongadas y las agresiones al territorito ponen en peligro a la laguna
La escasez de precipitaciones y el aumento de la temperatura de los últimos años se están dejando sentir en una laguna que hasta hace unas décadas alcanzaba los 10 metros de profundidad. Ahora lo máximo suele ser unos 5 metros, y en estos momentos apenas tiene poco más de un metro de profundidad.
El principal riesgo de la laguna de la Salina es que termine por secarse del todo y que en los próximos años este proceso se vuelva más frecuente. Si se cumplen las proyecciones climáticas, estas sequías tenderán a durar más en esta zona. Abrir la gola para conectar el mar con la Salina cambiaría para siempre las condiciones de la laguna.
Además, hay que tener en cuenta las agresiones realizadas al territorio. La carretera costera que pasa cerca de la laguna se está ampliando, lo que supone una barrera para los ríos que llevan agua dulce a las lagunas. Además, los dueños de los terrenos que limitan con los cauces extraen material pétreo para utilizar en la construcción.
¿El color rosa se irá?
Ya no se puede pescar en la laguna, pero el color rosa que presenta estos días ha empezado a atraer turistas tanto nacionales como internacionales que quieren admirar el espectáculo. Acuden para hacer fotografías y vídeos, y subirlos a las redes sociales. Para aprovechar este repentino interés, Escobilla ha empezado a controlar los accesos y a pedir aportaciones voluntarias a los visitantes.
Los biólogos creen que el color rosado se irá diluyendo cuando empiecen las lluvias, aunque ya han caído algunos chubascos en los últimos días y se sigue manteniendo. Todo apunta a que será algo temporal, ya que en otras lagunas costeras mexicanas también se produjo este fenómeno.