¿Por qué una nueva avispa parásita del Amazonas puede ser tan aterradora?
Los científicos han descubierto una nueva especie de avispa parásita de gran tamaño, en el corazón de la selva peruana: es aterradora, tiene una cabeza gigante y literalmente “apuñala” a su presa.
La comunidad científica siempre se encanta cuando descubre una nueva especie: es casi un nacimiento, que inspira orgullo y deja una huella en la historia. Excepto que esta vez: los investigadores ciertamente han descubierto un nuevo insecto en la selva tropical del Perú, pero esta gran avispa parásita es realmente aterradora, similar a… ¡un extraterrestre!
¡Ella “apuñala” a sus víctimas y les chupa la sangre!
La identidad de esta nueva avispa es revelada en la revista Zookeys: ésta, vista en la reserva nacional Applahuayo-Mishana, en la selva amazónica peruana, lleva el dulce nombre de Capitojoppa amazonica; "capito" en referencia a su enorme cabeza tipo bulbo, y "joppa" por la avispa del mismo nombre, a la que extrañamente se parece.
¿Por qué es aterradora? Simplemente por la forma en que mata a sus presas: los investigadores la describen como "una avispa de color amarillo brillante con una cabeza gigante que apuñala a sus huéspedes y chupa su líquido sanguinolento antes de comérselo de adentro hacia afuera", indica la revista GEO.
En un comienzo, los investigadores estaban llevando a cabo un gran proyecto a largo plazo para estudiar los insectos voladores en el sotobosque del bosque tropical. Fue mediante la colocación de trampas Malaise (desarrolladas por el entomólogo René Malaise en Birmania en los años 1930 y que se asemejan a tiendas de campaña) como lograron capturar este insecto del infierno, pero también otras 108 nuevas especies.
¡La hembra pone huevos en su presa!
Y eso no es todo: esta avispa, Capitojoppa amazonica, que mide hasta 1,7 cm de largo, es un insecto "endoparasitoide solitario": esto significa que la hembra pone un único huevo en el cuerpo de su víctima (por ejemplo, una oruga, una araña o un escarabajo). Cuando divisa a su presa, "la hembra la acaricia frenéticamente con sus antenas", luego perfora su cuerpo y deposita allí el huevo.
Unos días después de eclosionar, las larvas se comen a su huésped desde el interior, se desarrollan dentro del cadáver bajo una capa protectora y luego emergen como avispas adultas... ¡Un escenario de película de terror perfecto, pero al mismo tiempo muy real!
Algunas hembras también pueden atacar a otros insectos sin poner huevos y simplemente se alimentan chupando su líquido sanguíneo. Luego “apuñalarán” a otras víctimas. Esperemos que esta especie nunca llegue aquí sin querer o por accidente...