Precipitaciones sobre Atacama: ¿Podríamos tener un desierto florido?
Breves y concisas. Así fueron las precipitaciones que se dejaron caer en la parte sur de Antofagasta, sectores de Coquimbo y en casi toda Atacama. Además, nevó en lugares más bajos de lo habitual. ¿Qué consecuencias tendrá este fenómeno?
“Desde 2017 que no veía nieve”, afirman en El Salvador mientras los habitantes de este campamento minero ubicado a 2.400 metros de altitud disfrutan de un paisaje blanqueado por la nevada de un día que recibieron esta semana en las alturas de la región de Atacama. Aunque no tan en las alturas, porque también nevó en sectores más bajos como en Inca de Oro a unos 1.500 metros sobre el nivel del mar.
Las precipitaciones alcanzaron sectores de la región de Coquimbo y la parte sur de Antofagasta, pero la más beneficiada fue Atacama. De acuerdo con los registros de la Dirección General de Aguas (DGA) cayeron 18,8 milímetros de lluvia en Copiapó durante este evento del 24-25 de agosto. En Chañaral recibieron 10 milímetros y en Vallenar 6. Mientras que en la cordillera andina registraron cerca de 15 centímetros de nieve.
La lluvia y la nieve, cada vez más escasas, ayudarán en parte a mitigar la escasez hídrica que afecta al norte chico, aunque no significa el fin de los problemas que se enfrentan en medio de la megasequía que ya suma 13 años. Pero, más allá de eso hay otra consecuencia que podrían dejar estas precipitaciones.
¿Tendremos desierto florido?
El maravilloso fenómeno del Desierto de Atacama florido no es tan común, de hecho, el más reciente se remonta a 2017. Este se produce en años lluviosos para los parámetros de la zona (sobre 15 milímetros) y con las condiciones de temperatura adecuadas.
Esta vez “podríamos tener algo, algunos paños, porque la precipitación no cayó de manera homogénea con montos similares en toda la zona”, afirma Roberto Contreras Díaz, agrónomo e investigador de la Universidad de Atacama.
“Con los montos de precipitaciones acumulados no debiera darse un fenómeno generalizado, sino que manchones en donde cayeron cerca de 15 milímetros de agua o más. Lo bueno es la fecha en que cayó esta lluvia, porque al darse cerca de la primavera favorece la floración”, sostiene el académico.
En general, el fenómeno del desierto florido se puede presentar desde sectores de Tarapacá, pasando por Antofagasta y Atacama, hasta el norte de Coquimbo. Se origina básicamente en la depresión intermedia, valles, y en lugares costeros del Desierto de Atacama.
De darse estos “manchones se podrían ver hacia fines de septiembre o comienzos de octubre. En donde podrían presentarse con una mayor diversidad de flora esta primavera es en el Parque Nacional Llano de Challe (costa de Atacama) con más Patas de Guanaco, Añañuca y Ajillo, entre otras especies. Además, en los arbustos perennes pueden brotar más hojas, ponerse más frondosos”, explica Roberto Contreras.
De darse estos “manchones” se mantendrían florecidos “una a dos semanas solamente, porque después ya se secan, aunque eso dependerá de las temperaturas con que se encuentren”, detalla el agrónomo.