¿Cómo salvar nuestras zonas costeras?
La Ley de Borde Costero vigente en la actualidad en Chile, después de 25 años requiere de una revisión y cambio hacia una nueva Ley de Costas que considere "Zonas costeras" en lugar de "Borde costero"
El concepto de costa, si bien uno tendería a pensar que es el mismo en todas las partes del mundo, no lo es desde el punto de vista organizacional y legislativo. Unos países consideran zonas más amplias que otras en sus regulaciones y, por tanto, hacen un manejo y uso distinto. Generalmente las leyes limitan la zona costera hasta donde se alcanzan las mareas más altas, pero dentro de la situación de cambio climático este concepto de delimitación está claramente obsoleto.
La gestión costera es un tema muy avanzado en países como España o Francia, donde la regulación y gestión de las costas se aborda desde el punto de vista ambiental y de protección de la población. Y estos países están avanzados porque se han visto afectados más tempranamente que Chile, ya sea por el incremento de la presión humana sobre las costas a través del turismo, como por los efectos de eventos erosivos que han propiciado la pérdida de muchos metros de playa debido a eventos extremos en combinación con el cambio climático.
Y por ser la costa una zona de alto dinamismo que evoluciona de manera diferente dependiendo de muchos factores, es que la tendencia mundial es a gestionar la costa como un "área" y no como un "límite estrecho" como ha pasado los últimos 25 años con la Ley del Borde Costero en Chile.
Caminando hacia una Ley de Costas para Chile
En este contexto, desde el año 2019, se está impulsando el cambio hacia una Ley de Costas para Chile liderado por una plataforma técnico-científica, denominada Observatorio de la Costa, cuya finalidad es crear un diagnóstico lo más real posible de la situación de las zonas costeras en Chile que sirva de insumo para generar una gobernanza local que regule y planifique este área desde un punto de vista de sustentabilidad y adaptación a los efectos dinámicos del cambio climático en el que nos encontramos inmersos. Además, el Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (CIGIDEN) también aporta en esta dirección con textos que apuntan a la discusión legislativa, como el texto “¿Por Qué Chile Necesita Una Ley De Costas: Hacia Una Nueva Gobernanza De La Costa Para Siglo XXI”.
En definitiva, y dentro del concepto de manejo de áreas costeras, todas estas iniciativas no solo van en la dirección de la protección de los sistemas naturales y las personas, sino que también se trabaja para alcanzar la justicia ambiental. Este concepto, aplicado a las costas, indica que debe existir un derecho de uso por igual para toda la población, donde no existan zonas exclusivas para actividades productivas que deterioren claramente el medio ambiente. Un claro ejemplo en Chile son las llamadas “zonas de sacrificio” como la Bahía de Quintero, donde se asume la pérdida del valor ecológico de la zona sobre el valor económico de la industria que allí se emplaza provocando graves daños por contaminación.