Ya está aprobada la primera ley sobre Eficiencia Energética en Chile
Chile recibe su primera Ley de Eficiencia Energética. Puesta en vigor recientemente, llega con ideas innovadoras que traerán beneficios a mediano plazo: para el 2030 hay grandes planes en gestión de energía.
Por primera vez en la historia de Chile, se promulga una ley que insta al uso racional y eficiente de los recursos energéticos. El pasado 8 de enero se aprobó el nuevo cuerpo legal, que abarca la eficiencia energética en los tres sectores de consumo de energía primaria: transporte (37%); industria y minería (40%) y sector residencial, público y comercial (23%).
Con su entrada en vigor, se obtendrían mejoras en la productividad, la competitividad económica, la calidad de vida de las personas y ayudaría a reducir las emisiones de contaminantes. Pero ¿cómo? Para incentivar más las empresas en su contribución a la eficiencia energética, los Sistemas de Gestión de Energía (SGE) son una nueva herramienta que permite regular los altos consumos.
Con el objetivo de alcanzar una mayor sostenibilidad a través del uso de energías limpias, se declara oficialmente como combustible al hidrógeno y se promueve el empleo de vehículos eléctricos, facilitando así el acceso a sistemas de recarga. Habrán estándares más altos para el transporte.
Además, a partir de ahora las nuevas edificaciones tendrán una calificación energética (etiqueta): así cuando las personas arriendan o compran viviendas, obtendrán más información sobre los gastos regulares.
¿Por qué es importante esta ley?
En Chile un 78% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) corresponden al sector de energía. Las proyecciones nacionales e internacionales estiman que el sector energético, y en particular la eficiencia energética, tienen un rol principal a la hora de trazar estrategias a mediano y largo plazo en la reducción de emisiones para alcanzar los objetivos de ambición climática.
Se necesita mayor cultura del buen uso de energía, y con ello involucrar más al sector empresarial. ¿Con qué objetivo? Si se lograra establecer adecuadamente la ley, sería muy relevante en el marco de la estrategia de Carbono Neutralidad del país.
El principal beneficio, según el biministro de Energía y Minería Juan Carlos Jobet es que, de aplicarse bien, para 2030 “tendremos una reducción de intensidad energética del 10%, un ahorro acumulado de US$15.200 millones y una reducción de 28,6 millones toneladas CO2.”
Experiencia en otros países de América Latina
La eficiencia energética normalmente se vincula con la mitigación del cambio climático, pero no sólo. En países con economías emergentes, es necesaria para reducir la dependencia de combustibles fósiles y las importaciones; además para la conservación de recursos escasos, aumentando la seguridad y acceso a la energía.
Costa Rica es pionero en instaurar programas energéticos: en 1994, puso en vigor su Ley de Regulación del Uso Racional de la Energía, que contempla la protección del ambiente, con una activa participación del Estado en su promoción.
Uruguay es líder en estos asuntos. Siendo un país sin energéticos tradicionales, desde el 2008 promueve un buen uso de la energía renovable con una Política Energética de largo plazo. En la actualidad, Uruguay lanza campañas de eficiencia energética dirigidas a pymes y a la calificación energética de lámparas LED y demás dispositivos electrónicos.
Estas experiencias sirven de referente a la hora de valorar esta nueva ley. Chile apunta a un futuro de eficiencia energética: esperamos obtener frutos pronto.