Producción de carne de vacuno dificulta la disminición de gases de efecto invernadero, según estudio
Investigadores calcularon que en el caso de Brasil, se estima que las emisiones crecerán más del doble del límite que comprometieron en el Acuerdo de París. Subrayan la necesidad de que la cadena productiva adopte prácticas para revertir el problema.

Producir carne de vacuno es una de las acciones con las que más gases de efecto invernadero (GEI) se emiten a la atmósfera. Al metano liberado por los animales y la descomposición de su estiércol, se suman la producción de maquinaria y abonos utilizados en el cultivo de piensos, el transporte nacional e internacional, el sacrificio de animales, y el manejo del suelo.
Al menos así se está demostrando en Brasil. Para el país sudamericano la producción de carne es uno de los pilares de su economía, pero también uno de los sectores que más contribuyen a su huella de carbono. Un estudio liderado por la Universidad Federal de São Paulo, calculó que, de no haber un cambio, las emisiones atribuidas a la producción de carne, podrían duplicar o triplicar el límite que Brasil se impuso para 2030.
Las contribuciones de un gran emisor
El estudio, publicado en la revista Environmental Science and Pollution Research, evaluó distintos escenarios de emisiones proyectados, junto con el impacto económico. Los investigadores calcularon que las emisiones del sector podrían oscilar entre 0,42 y 0,63 gigatoneladas de CO₂ equivalente (GtCO₂e) para 2030, mientras que el límite para cumplir con la meta de la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) sería de 0,26 GtCO₂e .
La NDC de Brasil este año es especialmente importante, ya que será el país anfitrión de la COP30, que se desarrollará en Belém, en la Amazonia.

El estudio se basó en el compromiso vigente hasta 2024: una reducción del 43% en las emisiones para 2030, en comparación con los niveles de 2005. Aunque en noviembre, Brasil presentó una nueva meta aún más desafiante, que podría no alcanzar, tomando en cuenta que la exportación ha superado récords.
"Esa no es la manera de alcanzar nuestros objetivos climáticos. Nuestros hallazgos demuestran que es necesario adoptar prácticas en la cadena de producción que reduzcan las emisiones. Esto también contribuye a reducir los costos asociados al cambio climático”, agregó la investigadora.
Mejores prácticas para producir carne
En su trabajo, los autores utilizaron el llamado coste social del carbono (CSC), una forma de cuantificar el impacto financiero de las emisiones en la sociedad y una referencia para la política y la toma de decisiones climáticas.

El SCC representa el costo económico de emitir una tonelada de CO₂, incluyendo los impactos no comerciales en el medioambiente y la salud humana, e incorporando consecuencias como las pérdidas agrícolas y los daños causados por fenómenos meteorológicos extremos. Estos costos pueden reducirse o redirigirse a inversiones en prácticas de producción ganadera más sostenibles mediante políticas públicas y líneas de crédito accesibles.
Según el estudio, el potencial ahorro de costes oscila entre 18.800 millones y 42.600 millones de dólares en 2030, dependiendo de si se cumplen los objetivos.
Referencias de la noticia:
- Artículo en Environmental Science and Pollution Research. Brazilian beef production and GHG emission – social cost of carbon and perspectives for climate change mitigation.
- Nota de prensa FAPESP. Producción de carne bovina emite más del doble del límite de las metas de gases de efecto invernadero.