¿Qué está pasando con la minera Nutrex en el Parque Andino Juncal?
La demarcación de puntos de hormigón sobre el terreno del Parque Andino Juncal, en la provincia de Aconcagua, preocupa a los vecinos y a organizaciones ambientalistas por el potencial impacto que tendrá en el ecosistema.
En Chile, quienes son dueños de un terreno solo tienen derechos sobre lo que está sobre su superficie. El Estado es propietario de todo el subsuelo, por lo que, eventualmente, puede concesionarlo a una empresa minera para exploración o explotación.
Este es el fondo de lo que está ocurriendo en el valle de Aconcagua con la empresa minera Nutrex SPA, quienes tienen una concesión de 8.300 hectáreas, pero que necesitan realizar marcaciones sobre la superficie que corresponde al Parque Andino Juncal. Esto significa intervenir el terreno con monolitos de hormigón que, según acusan los propietarios, vecinos y organizaciones ambientalistas, afectará irremediablemente la flora, fauna y la disponibilidad hídrica de la zona.
El Parque Andino Juncal es un área privada protegida ubicada en el valle de Aconcagua, Región de Valparaíso. En el terreno se encuentran numerosos esteros, humedales, y glaciares de hielo y roca, que son hábitat de un amplio rango de especies nativas y endémicas. La propiedad es de la familia Kenrick, quienes en 2003 decidieron no permitir el desarrollo de actividades industriales en el predio. Desde mayo de 2010, el parque además es sitio de importancia internacional por la Convención Ramsar, el primero y único en los Andes Centrales.
Ante la negativa de los propietarios del parque, la minera acudió a tribunales para solicitar el acompañamiento de la fuerza pública para ingresar al lugar. El Código Minero los ampara, por lo que fue concedido. A pesar de ello, las manifestaciones se han desarrollado toda esta semana en las cercanías y, aunque han sido acompañados por Carabineros, aún no han comenzado los trabajos.
La exploración de la discordia
Cristian Espinoza Camus, docente del Departamento de Ingeniería de Minas de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, explica que el sistema de concesión minera, en general, está dado por dos tipos de concesiones: de exploración y de explotación minera. La primera consiste en un permiso para evaluar un posible yacimiento mediante sondajes y estudios de campo (geología, geofísica, fotos satelitales u otras) que permitan identificar si una zona tiene el potencial para realizar minería. Mientras las concesiones de explotación habilitan a su titular para realizar labores de minería sobre una pertenencia minera.
“Usualmente, para llegar a zonas alejadas o de difícil acceso se deben atravesar predios privados, los que pueden considerar que el desarrollo de actividades mineras pueden potencialmente afectar sus intereses, sea por acciones que intervienen el área (desarrollo de caminos e infraestructura) como por el uso intensivo de esa infraestructura (polución, intervención de medio ambiente, afectaciones a flora o fauna del lugar, etc). Para este tipo de situaciones, existe la figura de servidumbre minera, que habilita al titular a pasar por el predio de otra persona. Pero eso conlleva varios acuerdos entre las partes”, indica.
Felipe Espinosa Cancino, director de Gestión y Operaciones de la Fundación Glaciares Chilenos, señala que la minera necesita realizar exploraciones, para lo que debe instalar hitos en el terreno del parque. “En el fondo, tienen que hacer construcciones de concreto, hoyos y sondaje hacia el subsuelo para determinar si esta concesión es viable”, cuenta.
Para la fundación, como para las organizaciones que están en contra de la intervención, la situación es rechazable. “Entrar a un parque a hacer trabajos de tipo minero, que son de alto impacto, nos parece totalmente inaceptable. Es importante tener en cuenta que las operaciones mineras consumen mucho, destruyen los ecosistemas y no son amigables con el medioambiente. Desde este valle sale mucha mucha agua que alimenta las cuencas río abajo de la Región de Valparaíso, son ecosistemas súper sensibles y que tienen que ser protegidos”, dice.
El tema, es complejo, señala Cristian Espinoza. “Las opciones de la minera para seguir con su proyecto están fuertemente vinculadas al acceso por el sector y a la afectación ambiental en la zona, materia que será el centro de la discusión de aquí en adelante respecto a esta iniciativa. Posiblemente en las próximas semanas serán instancias superiores (Ministerio de Medio Ambiente) o los Tribunales los que deberán revisar nuevas acciones legales de lado y lado para determinar el futuro de la zona en cuestión”, asegura.
Referencias de la noticia: Fundación Glaciares Chilenos, Ladera Sur.