¡Qué joyita! Encuentran un diamante de 2492 quilates que apenas cabe en la palma de la mano
La fabulosa piedra fue hallada en una mina de Botsuana, y podría convertirse en el segundo diamante más grande del mundo.
La compañía minera canadiense Lucara Diamond Corp anunció el hallazgo de un diamante de ¡2492 quilates! La excepcional piedra, que apenas cabe en la palma de una mano, podría convertirse en el segundo diamante más grande del mundo.
El hallazgo sucedió la semana pasada, en la mina de Karowe, en el noreste de Botsuana. El país, que está ubicado al sur de África y tiene 2,6 millones de habitantes, es el principal productor de diamantes del continente, al punto de que esta actividad representa el 30 % de su PBI y el 80 % de sus exportaciones.
La pieza fue detectada y recuperada gracias a una tecnología de transmisión de rayos llamada Mega Diamond Recovery (MDR), diseñada para identificar y preservar diamantes grandes y de gran valor, y extraerlos sin que se rompan, según explicó la compañía.
“La capacidad de recuperar intacta una piedra tan grande y de alta calidad demuestra la eficacia de nuestro enfoque para la recuperación de diamantes y nuestro compromiso de maximizar el valor para nuestros accionistas y partes interesadas", dijo Willian Lamb, presidente de Lucara.
El diamante más grande que se ha encontrado es el Cullamian, de 3106 quilates, que se halló en Sudáfrica en 1905. Hasta ahora, el segundo puesto lo ocupaba el Sewelô, de 1.758 quilates, que también se encontró en la mina Karowe.
¿Qué son los diamantes y por qué son tan valiosos?
Los diamantes son cristales de carbono que se forman bajo condiciones extremas de presión y temperatura en el interior de la Tierra. Tienen una estructura cristalina cúbica conocida como red de diamante, que les otorga su brillo y dureza.
Los diamantes se pesan en quilates, unidad de medida de la masa de una pieza. En la escala, 1 quilate equivale a 0,2 gramos. No debe confundirse con quilate, que es la unidad de medida para expresar la pureza del oro, y se refiere al porcentaje de oro en una aleación con otros metales. Un quilate equivale a 1/24 del total de la aleación.
Los diamantes se forman a profundidades de entre 140 y 190 kilómetros bajo la superficie terrestre, donde las presiones y temperaturas son extremadamente altas. El carbono se somete a estas condiciones durante millones de años, lo que provoca que los átomos se alineen en una estructura cristalina. Los diamantes llegan más cerca de la superficie a través de erupciones volcánicas, que crean tubos de kimberlita, que actúan como canales para el transporte de estos cristales desde el manto terrestre hasta la corteza.
Existen varios tipos de diamantes, clasificados según su color, claridad, corte y quilates, conocidos como las 4 C’s (carat, cut, color, clarity). Pueden ser incoloros o tener tonos de amarillo, marrón e incluso azul, verde y rosa, entre otros colores raros. También se distinguen en función de su claridad, que mide la presencia de inclusiones o imperfecciones internas.
Los diamantes son valiosos por varias razones. Por su rareza y las condiciones necesarias para su formación, que hace que sean escasos en la naturaleza. Además, la alta demanda de diamantes para joyería y su simbolismo cultural como signos de riqueza y compromiso contribuyen a su alto valor. Su durabilidad, belleza y las técnicas de corte que maximizan su brillo también juegan un papel crucial en su valor.