¿Quién responde si un satélite cae en tu jardín?
El revuelo que causó la caída descontrolada de un cohete chino y la gran cantidad de basura espacial que orbita la Tierra obligan a hacernos esta pregunta, que podría parecer sacada de una película de ciencia ficción.
El día 9 de mayo, el cohete chino Long March 5B reingresó al planeta de forma descontrolada desde el espacio. Logró cruzar la atmósfera aproximadamente sobre territorio saudí hasta que cayó en las aguas del océano Índico. Todos los países del mundo estaban de ojo en las 12 toneladas de peso moviéndose a velocidad estratosférica.
Que el 70% de la superficie del planeta esté cubierto por agua daba a los océanos casi todas las chances de acabar recibiendo el impacto del artefacto, pero el otro 30%, un porcentaje para tenerse en consideración, también tenía posibilidades de convertirse en el blanco donde acabarían impactando -y seguramente explotando- los restos del cohete.
Durante los últimos minutos de su trayectoria pasó por la Península Ibérica y por varios puntos de Europa. ¿Qué hubiera sucedido si en lugar de caer en el océano lo hubiera hecho en una ciudad poblada? ¿Quién respondería en caso de que hubiera provocado víctimas? Lo mismo nos podríamos preguntar con la gran cantidad de satélites que se mueven por encima de nuestras cabezas. ¿Qué pasaría si uno cayese en nuestro jardín?
Qué dicen las leyes
Aunque parezca mentira, y viendo los hechos acontecidos recientemente con el cohete chino, hay Tratados Internacionales de la ONU en los que se regulan los deberes de los países en cuanto a la seguridad espacial. Concretamente, el que nos afecta en este caso, firmado en 1966, lleva por nombre “Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluida la Luna y otros cuerpos celestes”.
Todo esto se engloba dentro de lo que se denomina “Tratado sobre el espacio ultraterrestre” aprobado el mismo año. Y en el artículo 7 de este Tratado encontramos la respuesta a la pregunta que nos planteamos hoy. Dice lo siguiente:
¿Qué quiere decir esto? Que si un trozo del cohete chino acabara cayendo en nuestro jardín produciendo un gran destrozo, es China el país responsable de compensar los daños causados, incluso si el lanzamiento lo ha realizado una empresa privada. Nuestro país sería el responsable de realizar la reclamación internacional.
Como podíamos suponer, China ha incumplido totalmente este acuerdo. Con su cohete descontrolado, ha puesto en peligro al resto del países del planeta y es el único responsable de los daños que hubiera podido causar.