Radón: el peligroso gas de origen natural que causa cáncer de pulmón
Incoloro e inodoro, pasa desapercibido en nuestros hogares. Sin embargo, el radón es un gas radiactivo que aumenta el riesgo de cáncer de pulmón, ¡incluso si nunca has fumado!
El radón es un gas radiactivo, presente de forma natural en el granito y las rocas volcánicas de antiguos macizos. Cuando está al aire libre, el radón es inofensivo porque su concentración es mínima, pero se vuelve peligroso en espacios cerrados y confinados por el aumento de su concentración. Puede filtrarse en los hogares y volverse tóxico si la casa no se ventila con regularidad.
El radón es conocido por ser cancerígeno. Es la segunda causa más común de cáncer de pulmón después del tabaco: provoca el 9,8% de los casos de cáncer de pulmón. Los fumadores expuestos al radón triplican el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón.
Incluso si se trata, la tasa de supervivencia para el cáncer de pulmón es una de las más bajas: desde el momento del diagnóstico, entre el 11% y el 15% de las personas con cáncer vivirán más de 5 años. Sin embargo, en muchos casos el cáncer de pulmón se puede prevenir.
También es la principal causa de cáncer de pulmón en no fumadores según estimaciones de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA). Este gas provoca la muerte de 21.000 personas por cáncer de pulmón cada año. Alrededor de 2.900 de estas muertes ocurren en personas que nunca han fumado.
Los fumadores expuestos al radón tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. De cada 1.000 personas, 62 morirán de cáncer de pulmón frente a los 7,3 de los no fumadores. En otras palabras, una persona que nunca ha fumado y que está expuesta a 1,3 pCi/L — picocurie por litro (unidad de medida del gas radón) tiene un riesgo de dos en 1.000 de padecer cáncer de pulmón. Un fumador tiene una probabilidad de 20 en 1.000 de morir de cáncer de pulmón.
El tabaquismo pasivo es la tercera causa de cáncer de pulmón y mata a unas 3.000 personas cada año. Dado que el radón provoca cáncer de pulmón en los no fumadores, este riesgo aumenta cuando entorno fuma, y se multiplica por tres para los fumadores.
¿Cómo evitar la exposición al radón y disminuir la posibilidad de contraer cáncer de pulmón?
La única forma de limitar el riesgo de cáncer y de exposición al radón es: en primer lugar dejar de fumar y reparar las fisuras en el suelo y paredes de la casa. Las habitaciones donde la concentración de radón es más alta son los sótanos, en particular en aquellos donde hay poca ventilación.
Además, tanto en verano como en invierno, recuerda ventilar tu hogar, ya sea una casa o un apartamento, al menos 10 minutos al día para hacer salir los gases tóxicos —¡y no solo radón!