Sequía en el Sur de África desata una grave crisis alimentaria
La sequía que afecta a la región es una de las más graves de las últimas tres décadas, lo que incrementa el riesgo de escasez de alimentos, desnutrición, enfermedades y la pérdida de sustento para muchas familias.
A comienzos del año 2024, una sequía extrema afectó gravemente el sur de África, provocando daños en los cultivos y poniendo en peligro la alimentación de millones de personas. Este desastre, agravado por el fenómeno climático El Niño, provocó un cambio significativo en los niveles de lluvia, dejando tierras secas a su paso.
Respecto a esto, el Centro de Riesgos Climáticos (CHC por sus siglas en inglés) de la Universidad de California, Santa Bárbara, ha publicado hallazgos alarmantes. Entre finales de enero y mediados de marzo, la región recibió menos de la mitad de las precipitaciones normales, con febrero marcando un hito como el mes más seco en cuatro décadas.
Amplias zonas de Zambia, Zimbabwe, el sureste de Angola y el norte de Botswana se vieron particularmente afectadas, según datos del sistema de precipitación infrarroja con estación CHIRPS.
Efectos catastróficos de la sequía extrema
La crisis llegó en un momento crítico para la agricultura. El maíz, un cultivo esencial y fuente primordial de alimento, sufrió una devastación masiva, con aproximadamente un millón de hectáreas perdidas en Zambia. Pero la sequía no solo arrasó con los cultivos, sino que también diezmó el ganado, con más de 9,000 muertes reportadas en Zimbabwe y 1.4 millones de cabezas en riesgo.
La Red de Sistemas de Alerta Temprana contra la Hambruna (FEWS NET), respaldada por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la NASA, ha estado monitoreando de cerca estas condiciones adversas.
A severe drought in southern Africa is threatening food security for millions of people.
— NASA Climate (@NASAClimate) April 23, 2024
The drought is largely due to the ongoing El Niño that shifted rainfall patterns during the growing season. https://t.co/mHb6JlCML8 pic.twitter.com/5xICNc7wXJ
En marzo de 2024, FEWS NET emitió una advertencia sobre una crisis alimentaria inminente en países como Zimbabwe, Malawi, Mozambique y Madagascar, donde millones de personas enfrentan dificultades para cubrir sus necesidades alimentarias básicas.
La situación es particularmente grave, considerando que el maíz representa una parte significativa de la dieta promedio en la región. El éxito o fracaso de este cultivo tiene un impacto directo en la disponibilidad de alimentos y, por ende, en la vida de las personas.
Los expertos de FEWS NET habían previsto esta vulnerabilidad, identificando al sur de África como una región propensa a sufrir los efectos de El Niño, con una tendencia a experimentar sequías y temperaturas elevadas durante los meses clave de la temporada de crecimiento.
¿Qué se debe hacer para superar la crisis?
La comunidad internacional se encuentra en alerta ante esta crisis. Organizaciones humanitarias y gobiernos locales están movilizando recursos para mitigar el impacto de la sequía y proporcionar asistencia a los afectados. Sin embargo, la magnitud del problema requiere una respuesta coordinada y sostenida a largo plazo.
La sequía en el sur de África es un recordatorio sombrío de la fragilidad de nuestra seguridad alimentaria y la necesidad de adaptarnos a un clima cada vez más impredecible. Mientras los científicos y los responsables de la toma de decisiones buscan soluciones, las comunidades en el terreno luchan por sobrevivir y mantener la esperanza en un futuro más verde y próspero.
En medio de esta adversidad, surgen historias de resiliencia y solidaridad. Agricultores, activistas y ciudadanos comunes se unen para compartir recursos, conocimientos y apoyo mutuo. A pesar de la sequía, el espíritu humano se mantiene fértil, demostrando que incluso en las condiciones más duras, la colaboración y la determinación pueden sembrar las semillas del cambio y la recuperación.
La crisis alimentaria en el sur de África no es solo un llamado a la acción inmediata, sino también una advertencia para el futuro. Debemos colaborar para crear sistemas agrícolas más resistentes, mejorar las políticas de gestión del agua y desarrollar estrategias de adaptación al cambio climático que puedan enfrentar los desafíos futuros de manera efectiva. Solo así podremos asegurar que la sequía de hoy no se convierta en la hambruna del mañana.
Referencia de la noticia:Earth Observatory, Nasa. Grave sequía en el sur de África.(2024).