Sin suelo, no hay vida: un llamado a la acción por la salud de nuestro planeta

El Día Mundial del Suelo nos recuerda la importancia vital de este recurso y nos anima a cuidarlo para garantizar un futuro sostenible. Proteger el suelo es proteger la vida.

Día Mundial del Suelo
Este 5 de diciembre, el Día Mundial del Suelo nos recuerda que un futuro saludable para la humanidad depende de cuidar esta base vital bajo nuestros pies.

Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha dependido del suelo para sobrevivir. Es en la tierra donde cultivamos nuestros alimentos, construimos nuestras casas y dejamos nuestra huella.

Pero el suelo es más que “un pedazo de tierra”: es un ecosistema complejo lleno de vida, un tesoro que nos proporciona lo que comemos cada día, agua limpia y regula el clima. Sin embargo, este tesoro está en peligro.

Este 5 de diciembre, en el Día Mundial del Suelo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por su sigla en inglés) nos invita a detenernos y actuar: proteger el suelo es proteger la vida.

Mucho más que tierra

Cada bocado que disfrutamos tiene una historia que comienza bajo nuestros pies. El suelo es mucho más que tierra, es un tesoro repleto de nutrientes, microorganismos y agua, que nos proporciona los alimentos que necesitamos para vivir.

El 95% de nuestros alimentos provienen directamente del suelo. Desde las frutas y verduras que consumimos a diario hasta los cereales que forman parte de nuestra dieta, todos dependen de este recurso natural.

Pero la importancia del suelo va más allá de la producción de alimentos. Este actúa como un sumidero de carbono, ayudando a mitigar los efectos del cambio climático.

Al capturar grandes cantidades de dióxido de carbono, el suelo contribuye a regular la temperatura del planeta y a reducir el calentamiento global.

Un recurso que estamos “pisoteando”

A pesar de su importancia, el suelo se enfrenta a numerosas amenazas. La deforestación, la erosión, la urbanización y el uso excesivo de productos químicos están degradando nuestros suelos a un ritmo alarmante.

La FAO estima que un 33% de los suelos del mundo están degradados. La erosión del suelo no solo reduce su capacidad para producir alimentos, sino que también disminuye los niveles de vitaminas y nutrientes esenciales en los cultivos.

Hambre en el mundo
El impacto negativo del uso de suelos afecta directamente en la salud humana, contribuyendo a la llamada "hambre oculta," que afecta a más de 2 mil millones de personas en el mundo.

Además, debemos considerar que el tiempo necesario para recuperar este recurso es asombroso: ¡pueden pasar hasta mil años para formar apenas 2 a 3 centímetros de suelo fértil!

Esto nos recuerda que, aunque invisible bajo nuestros pies, el suelo es un recurso no renovable en la escala del tiempo humano.

¡A meter las manos al barro!

Frente a esta crisis, la clave está en gestionar los suelos de manera sostenible. Algunas acciones sencillas pueden marcar la diferencia:

  • evitar la erosión: la deforestación, las técnicas de cultivo inadecuadas y la exposición del suelo al viento y la lluvia pueden provocar su pérdida;
  • aumentar la materia orgánica: Incorporar compost y abonos orgánicos al suelo mejora su estructura y fertilidad, favoreciendo el crecimiento de las plantas;
  • reducir el uso de productos químicos: El uso excesivo de pesticidas y fertilizantes químicos contamina el suelo y daña la vida que en él habita;
  • fomentar la agricultura sostenible: Optar por productos locales y de temporada, apoyar a los agricultores que practican la agricultura ecológica y reducir el desperdicio de alimentos son acciones que contribuyen a un uso más sostenible del suelo.

Según la FAO, adoptar estas prácticas podría aumentar la producción agrícola hasta en un 58%, una cifra esperanzadora en un mundo donde la demanda de alimentos crecerá un 60% para 2050.

Cada cucharada de suelo contiene más microorganismos vivos que personas en el planeta, y su cuidado es esencial para nuestra supervivencia.

Este 5 de diciembre, recuerda que proteger el suelo no es solo responsabilidad de agricultores o científicos; es un deber compartido por toda la humanidad.

Fuentes y referencias de la noticia

- Naciones Unidas. Cuidar los suelos: medir, monitorear y gestionar. Publicado en la web del Día Mundial del Suelo. (2024).