Suministro de agua en Santiago: “el fantasma del racionamiento existe”

Los caudales de los ríos Maipo y Mapocho registran sus mínimos históricos. Por eso se hace cada vez más difícil mantener un consumo que promedia 22.000 litros de agua por cliente al mes en la capital de Chile. ¿La desalación es una alternativa real?

Racionamiento de agua; Falta de agua; Sequía
El racionamiento de agua es una realidad en varias comunas rurales del país, y luego puede extenderse a las grandes ciudades si no se cambian los hábitos de consumo de este recurso.

El fantasma del racionamiento existe, es una realidad. Estamos en una situación súper sensible. Si volvemos a tener un invierno malo, por ejemplo, con 70 milímetros de agua y poca nieve; y, además, olas de calor y aumento en la demanda, bueno, en algún minuto podría gatillarse el racionamiento de agua en Santiago”, advierte Eugenio Rodríguez, director de clientes y desarrollo comercial de Aguas Andinas.

La emergencia hídrica que padecen en sectores rurales y en poblados que se abastecen a través del sistema de Agua Potable Rural (APR) podría llegar a las ciudades, incluso, a la capital de Chile.

Así lo reconoce la empresa sanitaria encargada de abastecer con agua potable a cerca de 2.060.000 clientes en 48 de las 52 comunas de la Región Metropolitana. ¿De dónde proviene el agua que potabiliza? 77% del río Maipo, 17% de fuentes subterráneas y 6% del río Mapocho.

“El nivel en los caudales de ambos ríos está en sus mínimos históricos. El Mapocho tiene una media histórica de 5.000 litros por segundo, hoy, promedia 1.200 litros por segundo. Mientras que la media histórica del Maipo es de 141.000 litros por segundo, hoy, registra 47.000 litros por segundo”, detalla Rodríguez.

El Gran Santiago

La situación es angustiante en toda la Región Metropolitana que tiene a 24 de sus 52 comunas bajo decretos de escasez hídrica.

Ahora si hacemos el foco en las 34 comunas del Gran Santiago (provincia de Santiago más Puente Alto y San Bernardo) en dónde han corrido el mayor riesgo de quedar sin abastecimiento es en la zona que abastece el Mapocho, es decir, en las comunas de Lo Barnechea, Las Condes y Vitacura (160.000 clientes). En ellas el 30% del agua que consumen la aporta el río y el resto proviene de aguas subterráneas.

“En promedio, en Santiago se consumen 22.000 litros de agua por cliente (casa) al mes (733 litros diarios), mientras que en Europa esa media es de 9.000 litros por cliente al mes (300 litros diarios). Claro, en las comunas con más áreas verdes tienen un mayor margen de ahorro en riego, en reconvertir jardines, etc.; pero en todas partes podemos bajar nuestro consumo. Debemos darle un uso responsable al agua y eso es transversal para todas las comunas”, sostiene el ejecutivo de la sanitaria.

Invierno y nuevas fuentes

El invierno pasado (junio a septiembre) dejó apenas 53 milímetros de agua caída en Santiago, según los datos de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC). Ante la evidencia, y con 13 años consecutivos de sequía, el factor natural no es garantía de una mejora en la situación hídrica.

Por lo mismo, desde Aguas Andinas, sostienen que “estamos robusteciendo la planta Padre Hurtado que recibe agua del río Maipo para apoyar el sector que abastece el Mapocho siempre que tengamos disponibilidad. Inauguraremos a mediados de este año más pozos en Cerro Negro-Lo Mena (límite entre La Pintana y San Bernardo), pusimos nuevos estanques de seguridad en San Enrique (Lo Barnechea), estamos trabajando otros en el Parque Bicentenario (Vitacura) y mantenemos los acuerdos con los canalistas lo cual nos entrega un escenario de compra de agua robusto”.

Cordillera de Los Andes; Nieve
Para tener una cantidad de agua relativamente buena para el próximo verano, no basta sólo con las nevadas en la cordillera en el invierno. Se hace necesario reducir la demanda en este periodo de escasez.

En cuanto a las variables naturales, Eugenio Rodríguez, enumera 3 para “tener un próximo verano tranquilo: lluvias, o más bien, nieve en la cordillera; pocos eventos de altas temperaturas y mantener una demanda de agua acorde a la escasez”.

¿Desalinización?

La desalación, con el mar a 120 kilómetros de Santiago y con 1.000 metros de diferencia de cota, no es el proyecto ambientalmente más amigable parta el corto o mediano plazo, aunque no se puede descartar para un tiempo mayor”, señala el director de clientes y desarrollo comercial cerrando esa puerta por el momento.

La idea de la empresa es otra. “Para enfrentar este escenario tienes proyectos de corto, mediano y largo plazo. En lo inmediato, lo más eficiente para Santiago es el reutilizar de las aguas depuradas en las biofactorías”, anticipa.

Llevar agua hacia Santiago desde plantas desaladoras es poco viable en el corto plazo. Se está planificando devolver aguas tratadas al cauce del Maipo para aumentar la disponibilidad de este recurso.

¿De qué se trata? “Tenemos un proyecto en evaluación de impacto ambiental (EIA) que contempla la construcción de una impulsión desde la planta Mapocho-Trebal (comuna de Padre Hurtado) para devolver el agua tratada unos 30 kilómetros hacia arriba (oriente) y dejarla en el cauce del Maipo”, anticipa Rodríguez.

¿Cuál es la idea? “Que los agricultores, que ocupan más o menos la mitad de las aguas del río Maipo, usen esta agua devuelta. Así podremos usar la que actualmente utilizan ellos para el consumo humano”, detalla.

Agricultura; uso de agua
La agricultura consume cerca del 70% del agua dulce del planeta. En Chile, estos números se han modificado producto de la megasequía, favoreciendo el consumo humano.

En el mundo, en promedio, el 70% del agua dulce disponible es consumida por la agricultura. En el caso de la Región Metropolitana, actualmente, “estamos ocupando más de la mitad del agua del río Maipo para asegurar el consumo humano, mientras que en el caso del Mapocho es casi total”, afirma el ejecutivo.