Tormentas de fuego: los temidos incendios de sexta generación
Los siniestros campestres han cambiado a lo largo de la historia logrando mayor voracidad. Factores meteorológicos, topográficos y el combustible del que disponen marcarán la categoría que alcancen.
El ser humano conoció el fuego gracias a las tormentas eléctricas, es decir, a los incendios provocados por los impactos de los rayos en la vegetación.
Aunque no hay certeza en el periodo en que los humanos consiguieron generarlo a su antojo, algunos estudios estiman que habría sido hace más de 10.000 años cuando adquirieron las técnicas para lograrlo a través de utensilios de fricción. En todo caso no hay consenso al respecto, otros estudios señalan que fue mucho antes.
Más allá de lo anterior, lo cierto es que el fuego ha sido fundamental en la evolución y no sólo en sentidos positivos. Los incendios forestales y estructurales se transforman en verdaderas tragedias, cada vez, más difíciles de contener.
¿Por qué? Para concluir lo anterior se debe analizar la importancia de cada uno de los parámetros que influyen en el comportamiento del fuego forestal: topografía, meteorología y combustible.
Clasificación de incendios forestales
Así, los siniestros campestres pueden ser calificados según una serie de consideraciones. Esto es materia de constantes estudios, por lo que nos centraremos en el trabajo titulado “La Prevención de los Grandes Incendios Forestales adaptada al Incendio Tipo” para aprender más al respecto.
Incendios forestales de primera generación
- Su propagación está condicionada por la disponibilidad de combustible continuo que hay en superficie, principalmente, hierbas y arbustos.
- El comportamiento es de intensidad media en la superficie con perímetros muy largos.
Incendios forestales de segunda generación
- Son de propagación más rápida e intensa y pueden generar focos secundarios.
- Su velocidad de expansión supera a las líneas de extinción.
Incendios forestales de tercera generación
- El fuego se propaga por las copas de los árboles con alta intensidad debido a la continuidad vertical y a la homogeneidad de los bosques.
- Estos incendios pueden abarcar de 10.000 a 20.000 hectáreas, con fuego de copas, columnas convectivas y focos secundarios masivos a largas distancias.
- Aparecen en episodios meteorológicos de olas de calor.
Incendios forestales de cuarta generación
- Estos siniestros alcanzan zonas habitadas.
- Se propagan por la masa forestal, por los jardines y casas sin dificultades debido a la densidad de vegetación y la continuidad de carga de combustible entre la zona forestal y la zona urbanizada.
- Se generan con condiciones de altas temperaturas y fuertes vientos.
Incendios forestales de quinta generación
- Se generan focos simultáneos en zonas de riesgo, con comportamientos extremos (rápidos y virulentos), cruzando zonas urbanizadas y rurales.
- Muy difícil trabajo de combate alentado por condiciones ambientales secas y ventosas.
- Su poder es muy destructivo y voraz con un comportamiento extremadamente cambiante en la dirección de los frentes del incendio.
Incendios forestales de sexta generación
Los siniestros campestres de 2017 en Chile obligaron a generar este nuevo peldaño en la escala de calificación.
Son megaincendios de intensidad extrema y alta velocidad de propagación. Tal es su generación de energía que modifica el clima de la zona en dónde se desarrolla. Así genera tormentas de fuego con nubosidad que pude originar nuevos focos debido a la generación de rayos (tormentas secas) en su avance.
Además, produce una proyección de pavesas (partículas inflamadas e incendiarias) las que pueden recorrer kilómetros impulsadas por el viento dando vida a nuevos focos que surgen repentinamente.
Estos siniestros se propagan sin control en cuestión de minutos. Tanto así que no son apagables, así de fuerte. Sólo se pueden sofocar cuando cambian las condiciones climáticas o se devora todo el material combustible del que dispone.
Los incendios forestales de sexta generación son indomables, unas verdaderas tormentas de fuego. Esto fue lo que ocurrió durante la tarde-noche del 02 de febrero de 2024 en la costa de la Región de Valparaíso.
Referencia de la noticia:
Costa, P.; Castellanou, M.; Larrañaga, A.; Miralles, M.; Kraus, D.; La Prevención de los Grandes Incendios Forestales adaptada al Incendio Tipo. 2011.