Tragedia en el sur de Brasil: ¿cuál es el papel de El Niño y el cambio climático? ¿Qué podemos esperar para el futuro?
La triste catástrofe climática que actualmente afecta al estado de Rio Grande do Sul, en la región sur de Brasil, nos hace preguntarnos cuáles son las causas de este evento extremo y si el futuro depara eventos más devastadores.
Las inundaciones en el estado de Rio Grande do Sul entraron a la historia como una de las peores catástrofes climáticas en Brasil, contabilizando hasta la fecha 116 muertos, 143 personas desaparecidas, 395 mil personas fuera de sus hogares, más de 1,7 millones de personas afectadas; todo esto más las pérdidas y destrucción inconmensurables en las más de 425 ciudades de Rio Grande do Sul que fueron afectadas de alguna manera por estas inundaciones.
Las inundaciones alcanzaron dimensiones extraordinarias y cubrieron por completo varias ciudades. Esto ocurrió porque los caudales de los ríos en el estado de Rio Grande do Sul no lograron drenar a tiempo el gran volumen de lluvia recibido en pocos días. Según el Instituto Nacional de Meteorología (INMET), algunos municipios de Rio Grande do Sul recibieron entre 200 y 450 mm de lluvia en la primera semana de mayo, ¡lo que representa más del doble de lo esperado para todo el mes!
El principal patrón meteorológico responsable de estas voluminosas y persistentes lluvias es un bloqueo atmosférico que ha canalizado todo el transporte de humedad hacia la región. Pero ¿qué hay detrás del establecimiento de este bloqueo atmosférico? ¿Cuál es el papel del cambio climático? ¿Será que en un mundo más cálido podemos esperar más eventos de este tipo en el sur de Brasil?
¿El Niño estaría por detrás de las extraordinarias inundaciones?
A pesar de estar debilitado y en su etapa final de vida, El Niño tuvo parte de culpa en la catástrofe que afectó a Rio Grande do Sul, ya que sus efectos en la atmósfera aún persisten. Según la Organización Meteorológica Mundial, el fenómeno de El Niño ayudó a bloquear frentes fríos y concentrar áreas de inestabilidad sobre Rio Grande do Sul.
Sin embargo, además de El Niño, debemos recordar que otras partes de los océanos globales han registrado temperaturas de la superficie del mar (TSM) mucho más altas de lo normal, lo que significa que la temperatura promedio global del océano ha estado batiendo récords durante varios meses seguidos. Todo este exceso de calor se transfiere a la atmósfera, además de contribuir a un aumento en el suministro de humedad a la atmósfera, lo que intensifica los eventos climáticos extremos en diferentes puntos del planeta.
En el caso de Brasil, las aguas mucho más cálidas de lo normal sobre el Océano Atlántico Sur, cerca de la franja ecuatorial, pueden haber contribuido a un aumento de la humedad que fue transportada y canalizada hacia la región Sur a través de los llamados ríos atmosféricos, intensificando aún más las lluvias que se concentraron en la región. Por lo tanto, no fue sólo El Niño el responsable.
¿Se vivirán más situaciones como ésta en el futuro?
Aunque muchos dicen que se trata de un hecho inesperado y sin precedentes, este no es el caso. Ciertamente podemos decir que el evento no tiene precedentes, debido a la gran escala de la catástrofe, pero este escenario de precipitaciones superiores a la media en los años de El Niño ya es bien conocido por la ciencia. Además, muchos estudios llevan años advirtiendo que episodios como estos podrían empeorar en un planeta más cálido.
Un informe publicado el año pasado por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) señaló por primera vez que existe una relación entre las precipitaciones extremas registradas en Rio Grande do Sul desde la década de 1950 y el cambio climático provocado por la acción humana.
Esta relación será aún más intensa en el futuro según las proyecciones climáticas. Varios pronósticos climáticas indican que, con el aumento de las temperaturas globales, partes del sur de Brasil, incluido Rio Grande do Sul, pueden registrar un aumento de las precipitaciones, mientras que partes del centro de Brasil, además de las regiones Norte y Nordeste, registrarán una reducción de las lluvias.
El atlas interactivo del IPCC nos permite visualizar los resultados de la proyección media de 33 modelos climáticos en relación al clima de las próximas décadas. Es posible observar, por ejemplo, que la mayoría de los modelos indican un aumento de las precipitaciones en el sur de Brasil, que empeorará a partir de 2040, en el escenario en el que las emisiones de gases de efecto invernadero se mantienen iguales, a un ritmo de crecimiento acelerado. Este escenario se vuelve aún más grave en el largo plazo, entre 2080 y 2100.
Por lo tanto, lamentablemente podemos esperar un aumento en la ocurrencia e intensidad de eventos de precipitación extrema como el que actualmente aqueja al estado de Rio Grande do Sul, dado que en el futuro se producirán nuevos eventos intensos de El Niño bajo un planeta más cálido, el lo que empeorará un escenario que ya conocemos.
Fuentes y referencias de la noticia:
- Atlas interactivo del IPCC .