Una de cada tres muertes por calor se asocian al cambio climático
¿Cómo se obtuvo este resultado? ¿Qué ocurre en el caso de Chile? ¿Cuáles son las recomendaciones del equipo de investigación? Todas las respuestas en el siguiente artículo.
Hace unos días la Revista Nature Climate Change (NCC) publicó una investigación reveladora. Porque ¡aceptémoslo! cada verano se está volviendo más caluroso en zonas remotas, pero pareciera que ya nos hubiésemos acostumbrado a esta nueva "normalidad climática". Sin embargo, cuando esto trae consigo un incremento en la mortalidad de las personas, el panorama se torna cuestionable.
La actividad humana ha cambiado nuestros climas. Actualmente, la temperatura global se encuentra 1 °C sobre lo que se registraba en la era preindustrial. Inclusive, en las regiones del planeta que tienen mayor cantidad de habitantes, este valor se eleva a los 2 °C.
Uno de los impactos más perturbadores han sido las muertes prematuras y el aumento de ellas. Lamentablemente, Chile es uno de los países incluidos en esta investigación y la cifra que estamos representado, bajo estas condiciones, es impresionante.
¿Cómo se llegó a estos resultados?
El equipo de investigación consideró los datos empíricos de 732 localidades en 43 países. El objetivo fue estimar las muertes asociadas a la exposición del calor extremo inducido por el cambio climático. El análisis incluyó el período de tiempo comprendido entre los años 1991 y 2018.
En todos los países estudiados se encontró que el 37% de las muertes por calor extremo se atribuyen al cambio climático antropogénico. Es decir, a la modificación que hemos generado como especie humana sobre nuestro planeta. Por ende, este porcentaje de muertes lo hemos provocado con nuestro pasado y actual sistema en el que estamos insertos e insertas.
Las cifras son reveladoras
La capacidad del equipo de investigación, permitió estimar la cantidad de muertes asociadas al cambio climático antropogénico entre los años 1991 y 2018. En Santiago, son 136 las muertes producidas por esta condición climática, representando el 44,3% del total de decesos producidos por calor.
En Atenas la cifra se eleva a 189 muertes, mientras que en Roma es de 172. En Madrid el valor es de 177 personas fallecidas y en Nueva York es superior a las 140. La doctora Ana Vicedo-Cabrera, autora principal de la investigación, señala que la proporción de las muertes relacionadas a la crisis climática continuará aumentando si no se refleja un cambio en las actuales políticas a nivel global.
Los expertos recomiendan contar ¡urgentemente! con medidas de mitigación que sean más ambiciosas ante el presente escenario global. Se requieren estrategias de adaptación particulares para cada país. Recordemos que las culturas son únicas en cada rincón del mundo, por lo que copiar modelos de otros lugares no será la solución sostenible para nuestra sociedad chilena.