Una planta digna de la realeza: conoce la historia de la puya chilensis que floreció en Inglaterra
Conocida como "torre de zafiro" por su exuberante y colorida apariencia, esta especie nativa de Chile llegó al Jardín Botánico de Birmingham convirtiéndose en una parte invaluable de su colección viva.
“Nos complace comunicarle que en el Invernadero Árido tendrá lugar un acontecimiento verdaderamente excepcional. Si visitas los Jardines podrás ser testigo de la floración de la Puya alpestris, una planta de otro mundo procedente de los Andes chilenos, que puede tardar hasta una década en florecer y luego muere”.
Así abre su comunicado de prensa el Jardín Botánico de Birmingham (BBG por sus siglas en inglés) en Reino Unido, que dio a conocer el pasado mes de abril este curioso acontecimiento.
La Puya chilensis, también conocida como “torre de zafiro” por su particular apariencia con flores amarillo-turquesa, es una especie endémica de Chile que crece entre las regiones de Coquimbo y Bíobío, donde es posible verla tanto en la cordillera como en la costa.
Puya chilensis, una especie de aspecto alienígena
Una planta mágica, como proveniente de otro planeta. Así la describen los encargados del invernadero de clima árido del BBG, donde ha vivido por más de dos décadas.
Esta característica la convierte en un tesoro botánico singular, con una presencia efímera que solo se puede apreciar en momentos muy específicos. En el caso del BBG, tuvieron que pasar más de dos décadas para verla florecer en todo su esplendor.
La delicada tarea de la polinización humana
En su hábitat natural, la Puya depende de los colibríes para recoger su polen rico en néctar, garantizando así su supervivencia. Sin embargo, en ausencia de estos polinizadores en el BBG, los horticultores se han embarcado en la delicada tarea de la polinización manual.
Alberto Trinco, horticultor jefe del BBG.
Esta intervención humana es crucial para conservar a esta especie única en la colección del jardín y permitir que las generaciones futuras también la admiren.
Asegurando un legado botánico
La Puya llegó al BBG hace más de dos décadas y desde entonces ha sido una parte invaluable de su colección viva. Su crecimiento lento hace que presenciar su floración sea un evento emocionante y raro.
La obtención de semillas a través del método de polinización manual, garantiza que la magia de la Puya no se pierda y que su legado perdure en el tiempo.
Voces locales especializadas no han quedado ajenas a este especial acontecimiento. Nos trasladamos a Concepción, donde la puya también se luce con sus floraciones cada dos o tres primaveras, justo a los costados de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas (FCNO) de la Universidad de Concepción.
En un artículo publicado por Noticas Udec, Carlos Baeza, académico de académico del Departamento de Botánica comentó que “estos jardines cumplen varias funciones, entre ellas la conservación ex situ, de especies de otros países, plantas exóticas, raras o bonitas, que llamen la atención. Además hacen mucha investigación y difusión; son un motor enorme de educación y de belleza escénica”.
Este espectáculo natural extraordinario es una muestra del poder y la belleza de la naturaleza, y una invitación a reflexionar sobre la importancia de preservar especies tan singulares para las generaciones futuras.