Vertedero de basura en las alturas: impactante mapa muestra la contaminación en el Monte Everest
Los expertos advierten que la montaña está amenazada por niveles alarmantes de basura que dejan los visitantes. Impactante mapa revela la cantidad de residuos en la zona, mostrando cuán crítica es la situación.
El Monte Everest es la montaña más alta del mundo, con un pico de 8.848 metros sobre el nivel del mar. Esta montaña forma parte de la cordillera del Himalaya y se encuentra en la frontera entre Nepal y la Región Autónoma del Tíbet.
El Monte Everest es la montaña más alta de la Tierra. Su pico se encuentra a 8.848 metros sobre el nivel del mar. Se encuentra dentro del Parque Nacional Sagarmatha, en la región de Khumbu en Nepal.
Escalar el Monte Everest es un gran desafío para los escaladores, quienes cada año se unen para embarcarse en esta gran aventura. Sin embargo, la montaña ha sufrido un grave problema en este sentido: la intensificación del número de campings y de la actividad humana en los últimos años ha generado mucha contaminación por vertido de residuos.
Monte Everest: un vertedero en las alturas
El Monte Everest se encuentra dentro del Parque Nacional Sagarmatha. Alrededor de 60.000 turistas visitan cada año el Parque, y alrededor de 2.000 escaladores se reúnen cada temporada para escalar el Everest, llevando consigo numerosos materiales desechables, como botellas de plástico, lonas, tiendas de campaña, latas, etc., que acaban esparcidos por el suelo, contaminando el medioambiente. Esto se convierte en un desafío aún mayor para aquellos trabajadores que tienen que limpiarlos.
Un impresionante mapa revela la verdadera cantidad de residuos que quedan en la montaña. Los visitantes del Monte Everest y el Parque Nacional Sagarmatha que lo rodea traen alrededor de 1.000 toneladas de desechos cada año. De ellas, unas 50 toneladas quedan en el propio Everest y unas 75 toneladas en el campamento base de esa montaña.
El problema de los residuos ha llegado a un nivel insostenible y grave que ahora los alpinistas que suben a la montaña se ven obligados a llevar sus propias heces de vuelta al campo base para su correcta eliminación, y no dejarlas en el medioambiente como antes. Cavaban hoyos y enterraron el material allí, o simplemente lo dejaron al aire libre.
Esta nueva regla surgió en medio de preocupaciones de que los desechos que quedan en el Monte no se degraden completamente debido a las bajas temperaturas, y algunos escaladores incluso han enfermado. “Nuestras montañas empezaron a apestar”, dijo Mingma Sherpa, un montañero nepalí. Las bolsas que se entregan a los escaladores están hechas especialmente para que la recolección sea lo más digna posible. Los químicos contenidos en las bolsas no sólo solidifican las heces sino que también las hacen “en gran medida inodoras (sin olor)”.
El Comité de Control de la Contaminación de Sagarmatha (SPCC) gestiona la recogida de basura en el campamento base del Everest y los senderos del parque nacional. Pero a pesar de sus esfuerzos, cada año la región está llena de tiendas de campaña hechas jirones, equipos abandonados y desechos humanos.
La parte más contaminada de la montaña es el Camp 3, la última parada de los escaladores antes de la cumbre. Allí se ven tiendas de campaña, botellas de oxígeno vacías, cuencos de acero, cucharas, toallas sanitarias, etc.
Los desechos de la gente se recogen en barriles en el campamento base del Monte y los trabajadores de SPCC los llevan a fosas sépticas. Otros residuos, a veces tóxicos, se entierran en los vertederos del parque (Lobuche). Sin embargo, otros se queman, liberando sustancias químicas tóxicas al aire y contaminando las aguas subterráneas, lo que acaba provocando otro problema medioambiental más para el Parque Nacional Sagarmatha.