Vigilancia activa: ¿qué esperar ante posible evento de El Niño costero en Chile?

En presencia de La Niña, se comienza a monitorear un posible evento de Niño costero en la costa de Sudamérica. ¿Es esto posible y qué impactos podría traer para Chile?

ENSO
Anomalías de temperatura superficial del mar en el Pacífico.

La presencia de La Niña en la Pacífico parece tener sus días contados. Los modelos de pronóstico estiman que, hacia el trimestre de otoño volveríamos a la Neutralidad. Dentro de este contexto, se ha puesto particular interés en lo que está ocurriendo en la costa sudamericana. Un calentamiento rápido ha puesto a diversas instituciones en vigilancia ante la eventualidad de un evento de Niño costero.

Los Niños costeros, son eventos de calentamiento anómalo de la temperatura del mar en la costa ecuatorial de Sudamérica, frente a Ecuador y Perú. Estos eventos suelen tener fuertes impactos en el hidroclima de países como Perú, por lo que es muy importante monitorearlos y pronosticarlos.

¿Se puede desarrollar un Niño costero con una Niña en el Pacífico central?

Con la presencia de La Niña en el Pacífico ecuatorial central, suena un poco contraintuitivo pensar que un evento de El Niño se pueda producir en la costa de Sudamérica de manera simultánea. Sin embargo, sí parece estar ocurriendo.

Si miramos las anomalías de temperatura superficial del mar de los últimos días en los trópicos, podemos ver que mientras el Pacífico central está más frío de lo normal, en presencia de La Niña, la costa de Sudamérica está más cálida de lo normal. Este calentamiento costero se ha acelerado en las últimas semanas, desde finales de enero, hasta llegar a un valor superior a 1°C de anomalía.

Desde el establecimiento de La Niña a mediados de diciembre de 2024, la zona costera, conocida como región Niño 1+2, se ha mantenido más cálida que las otras regiones. Por momentos, con anomalías positivas mientras las otras regiones experimentaban anomalías negativas. Demostrando la complejidad que tiene un fenómeno como El Niño-La Niña.

En las últimas semanas, el calentamiento de la región Niño 1+2 ha sido más rápido que en las otras regiones. Pasando de valores de anomalía cercanos a -0.6°C a 1°C en unas cuatro semanas.

SSTs evolution
Anomalías de temperatura superficial del mar (izquierda) y evolución semanal de las anomalías en las regiones de El Niño.

Diversas investigaciones han demostrado que se puede desarrollar un evento de Niño costero mientras en el Pacífico central ocurre un evento La Niña o Neutralidad.

Un ejemplo de Niño costero fue el desarrollado durante 2017, al que se atribuyó su desarrollo a una disminución de los vientos costeros del sur que a su vez llevó a menos afloramiento de aguas profundas frías en la costa del norte de Chile y Perú.

Las anomalías de presión y viento en el Pacífico (norte y sur) también pueden ser parte de la explicación. Se ha encontrado que estas variaciones, generalmente asociadas al Modo de Meridional del Pacífico, pueden estar relacionadas con los calentamientos costeros, de manera independiente a lo que ocurra con El Niño y La Niña en el Pacífico central.

Posibles consecuencias para Chile

Los impactos que un evento de Niño costero pueden tener sobre Chile son un poco distintos a los eventos tradicionales de El Niño. Mientras los eventos El Niño en el Pacífico central impactan Chile a través de teleconexiones (perturbaciones en la circulación asociadas al calentamiento anómalo), los eventos de Niño costero lo hacen de una manera más directa y local.

Con el calentamiento del mar costero, muy probablemente también se caliente el aire y con eso aumente la temperatura en estaciones del norte de Chile. Con el aumento de temperatura, la atmósfera tiene la capacidad de contener mayor cantidad de vapor de agua, por lo que también es probable que la costa del norte se sienta más húmeda.

Este aumento de humedad puede llegar a tener un gran impacto en término de precipitaciones. Se ha estudiado, que la humedad de la costa tiene la capacidad de ser transportada hacia la ladera andina, humidificando zonas desérticas y favoreciendo eventos de precipitación en zonas pre-altiplánicas.

Si bien la sola existencia de abundante humedad (vapor de agua) no es sinónimo de precipitaciones intensas, sí son el combustible en caso de que se desarrolle alguna perturbación capaz de transformar esa humedad en precipitaciones. Como el caso de la tormenta de Atacama de marzo 2015, que fue favorecida por un evento de Niño costero y abundante humedad.

Referencias de la noticia

-Bozkurt, D., Rondanelli, R., Garreaud, R., & Arriagada, A. (2016). El impacto de la temperatura superficial del mar más cálida en el Pacífico oriental tropical en las inundaciones de Atacama de marzo de 2015.

-Garreaud, R. D. (2018). A plausible atmospheric trigger for the 2017 coastal El Niño.

-Martinez-Villalobos, C., Dewitte, B., Garreaud, R.D. et al. (2024). Extreme coastal El Niño events are tightly linked to the development of the Pacific Meridional Modes.

-Vicencio Veloso, J., Böhm, C., Schween, J. H., Löhnert, U., & Crewell, S. (2024). The overlooked role of moist northerlies as a source of summer rainfall in the hyperarid Atacama Desert.