¿Y si la naturaleza fuera violeta? Un nuevo estudio sugiere que la vida en otro planeta podría ser púrpura
La existencia de bacterias violetas puede haber mostrado la posibilidad de que la vida en otros planetas no necesite tener tonos de verde como la Tierra. La idea sería buscar tonos de morado en los planetas.
Cuando pensamos en naturaleza, la primera imagen que nos viene a la cabeza es la de un lugar verde con árboles y plantas. Así que es natural que, cuando buscamos planetas similares a la Tierra que puedan albergar vida, nos interesemos en planetas que tienen estructuras verdes. Rara vez pensaríamos en la vida relacionada a otros colores, y menos con el morado.
La razón principal es la clorofila, que representa un pigmento capaz de absorber longitudes de onda de luz como el azul y el rojo, reflejando el verde. El Sol mismo tiene su máximo de emisión en longitudes de luz verde, pero lo observamos blanco o amarillento porque vemos la suma de todos los colores. Pero la vida alrededor de otras estrellas puede haber aprovechado otras longitudes de onda.
Un artículo publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society estudió la posibilidad de que la vida en otros planetas se base en el color púrpura. La idea se sustenta en bacterias de color púrpura que habitan en ambientes extremos de la Tierra. Estas bacterias podrían existir en entornos alrededor de estrellas distintas al Sol.
Bacterias moradas
Las bacterias pueden existir en ambientes extremos incluso aquí en la Tierra. Una de las bacterias que resultan de interés son aquellas que utilizan la radiación infrarroja para realizar un proceso similar a la fotosíntesis. Estas bacterias tienen pigmentos en tonos morados y por eso acaban llamándose bacterias moradas.
No necesitan producir oxígeno para sobrevivir y sólo pueden depender de una banda del espectro electromagnético. Algunos estudios muestran que habrían aparecido cuando la Tierra aún era joven y antes incluso de que surgieran las plantas con clorofila. A pesar del nombre, también existen bacterias con tonos rojos, naranjas y amarillos.
Encontrar un mundo púrpura
Como estas bacterias tendrían una pigmentación violeta la mayor parte del tiempo, se espera que un mundo dominado por ellas tenga un color violáceo, análogo a lo que sucede en la Tierra donde el color verde es dominante porque la vida depende de la clorofila. Debido a esta característica de la Tierra, la búsqueda de vida casi siempre se centra en planetas con características verdes.
Sin embargo, ante la posibilidad de que las bacterias dominen los ambientes de los exoplanetas, la idea es buscar planetas que tengan diferentes colores. El objetivo es poder analizar los colores y la composición química de exoplanetas que se encuentran en una zona habitable. La zona habitable es la región alrededor de la estrella donde es posible que haya agua líquida.
Buscando por vida
Actualmente más de 5 mil exoplanetas han sido confirmados por diferentes institutos y agencias globales. De estos 5.000 planetas, sólo unas pocas docenas tienen características similares a la Tierra. La principal característica es la existencia de la zona habitable y también la existencia de oxígeno o moléculas compuestas de carbono en la atmósfera.
Según el artículo, el grupo concluye que con las bacterias moradas es posible aumentar el rango en el que se realizan estas búsquedas. Con un mayor alcance, es posible aumentar el número de planetas en los que es posible la vida. Se pueden considerar planetas con composiciones, colores y propiedades diferentes a la Tierra.
El Sol ya no es necesario
Pero quizás la característica diferente que más destaca es que el propio Sol podría ser diferente. Aunque la zona habitable cambia para cada tipo de estrella y esto se considera al estudiar exoplanetas, el Sol está relacionado con el tipo de vida en la Tierra. La forma en que vemos, la fotosíntesis misma y la evolución de la vida tiene el factor del Sol.
En el nuevo artículo, los investigadores argumentan que debido a que estas bacterias ya no dependen de la luz solar y dependen únicamente de la radiación infrarroja, se beneficiarían alrededor de las enanas rojas. Las enanas rojas son estrellas más frías con mayor emisión en el rojo y parte en el infrarrojo, este sería un ambiente perfecto para las bacterias.
Una nueva búsqueda por vida
Quizás estemos a punto de aumentar aún más las posibilidades de búsqueda de vida y así aumentar el número de exoplanetas de interés. Esta sería una forma de buscar un tipo de vida completamente diferente a la nuestra pero que aún existe aquí en la Tierra en ambientes extremos como el fondo del mar.
Fuentes y referencias de la noticia:Coelho et al. 2024 Purple is the new green: biopigments and spectra of Earth-like purple worlds MNRAS