5 cosas que debes saber sobre los gases de efecto invernadero
Si quieres aprender más sobre el aumento de temperaturas del planeta, te contamos 5 cosas que debes saber sobre los gases de efecto invernadero.
El último reporte del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático dejó en claro que nuestro planeta se está calentando, que lo está haciendo muy rápidamente y con consecuencias cada vez mayores. Además, señala que la evidencia sobre la responsabilidad de las actividades humanas es cada vez más firme y que es necesario reducir de manera drástica, urgente y ambiciosa, las emisiones de los gases de efecto invernadero.
1-¿Cuáles son los principales gases de efecto invernadero (GEI)?
- Dióxido de carbono (CO2): no es el que más abunda en la atmósfera, pero es muy importante. Se libera a través de procesos naturales como la respiración y las erupciones volcánicas y, desde la era preindustrial (1850), también se agrega al aire a partir de actividades humanas como la deforestación, los cambios en el uso de la tierra y la quema de combustibles fósiles.
- Vapor de agua (H2O): es el gas de efecto invernadero más abundante y el que también aumenta a medida que se calienta la atmósfera de la Tierra.
- Metano (CH4): se incorpora al aire a partir de la descomposición de desechos en vertederos, agricultura (especialmente el cultivo de arroz), digestión de rumiantes y el manejo de estiércol asociado con el ganado doméstico. Es un gas de efecto invernadero mucho más activo que el dióxido de carbono, pero es mucho menos abundante en la atmósfera.
- Óxido nitroso (N2O): es un potente gas de efecto invernadero producido por las prácticas de cultivo del suelo, especialmente el uso de fertilizantes comerciales y orgánicos, la quema de combustibles fósiles, la producción de ácido nítrico y la quema de biomasa.
- Clorofluorocarbonos (CFC): son compuestos sintéticos totalmente de origen industrial utilizados en una serie de aplicaciones, pero ahora están regulados - o prohibidos- en gran medida. Son, en gran parte, responsables de la destrucción de la capa de ozono.
2- ¿Por qué se los llama “de efecto invernadero''?
La vida en la Tierra depende de la energía proveniente del Sol. La luz que llega a la atmósfera terrestre pasa a través del aire y las nubes hasta la superficie, donde se absorbe y luego se irradia nuevamente hacia arriba en forma de calor infrarrojo. Algunos gases tienen la capacidad de absorber ese calor que iba a escaparse hacia el espacio y lo envían nuevamente hacia la superficie. Al impedir que el calor salga de la atmósfera generan un efecto similar al que hay dentro de un invernadero y aumentan la temperatura.
3- ¿Desde cuándo se conocen los efectos de los GEI en la atmósfera?
En 1856, la climatóloga estadounidense Eunice Newton Foote presentó a la Asociación estadounidense para el Avance de la Ciencia uno de los primeros trabajos sobre estos gases. Realizó un experimento con varios tubos cilíndricos cerrados que llenó con aire al que le incorporaba distintos gases y media la temperatura. Descubrió que los que más se calentaban eran los que tenían vapor de agua y “el gas ácido carbónico”, que proviene del CO2.
4- ¿Cuánto tiempo permanecen en la atmósfera?
Estos gases permanecen en la atmósfera un periodo de tiempo que puede ir desde algunos meses hasta cientos de años. Pero hay que señalar que, mientras permanezcan en la atmósfera, estarán afectando al clima. El metano, por ejemplo, desaparece por reacciones químicas, pero se estima que cada molécula está en el aire alrededor de 12 años. El óxido nitroso se acumula en la estratosfera y desaparece de la atmósfera más lentamente que el metano, pues persiste durante más de cien años.
El CO2, en cambio, una vez que es liberado en la atmósfera, continúa afectando el clima por cientos de años. Es decir que llevamos más de 100 años acumulando GEI, y si se dejan de emitir, llevará varias décadas hasta empezar a notar una reducción en su concentración. Esta, y la emisión desmedida, son las principales razones de que en este momento tengamos más CO2 en la atmósfera que en cualquier momento de los últimos 2000 años.
5- ¿Cómo puedo reducir mis emisiones?
Que cada uno de nuestros hogares sea un espacio en el que la energía y el agua se usen de forma sostenible depende enteramente de nosotros y ayudará a reducir nuestras emisiones. Tenemos la responsabilidad de adquirir nuevos hábitos que hagan que nuestra vida sea más respetuosa con el entorno. Acá hay algunos consejos:
- Adquiere electrodomésticos conociendo su categoría energética: la mejor, la A; la peor, la G.
- No dejes el botón de ‘stand by’ encendido durante mucho tiempo. Es mejor desenchufar.
- Separa las diferentes fracciones de residuos (orgánicos, plásticos y envases, vidrio, papel y cartón) y disponerlos correctamente en los contenedores.
- Reduce al máximo el plástico que se tira a la basura y prefiere siempre el vidrio reutilizable.
- Mantén una calefacción responsable.
- Elige la bicicleta o el transporte público siempre que se pueda.
- Elige productos locales y de temporada, así se reduce el consumo energético necesario para su producción y transporte.