6 mitos sobre el vermicompostaje que debes dejar de creer

El vermicompostaje transforma los desechos en un valioso abono, pero las falsas creencias a menudo espantan a los principiantes. Descubre la verdad y elimina las dudas sobre esta práctica.

Vermicompost
Comparado con otros métodos de compostaje, el vermicompostaje es una de las opciones más accesibles para quienes tienen poco tiempo y espacio.

El vermicompostaje es una de las formas más efectivas y ecológicas de reciclar desechos orgánicos en casa. Este sistema utiliza lombrices para producir un abono de altísima calidad, conocido como humus de lombriz, ideal para mejorar suelos y fortalecer plantas.

Sin embargo, parte de la información que circula al respecto, muchas veces carece de rigor o precisión, lo que genera confusión y podría desmotivar a quienes recién están comenzando.

1. No se deben agregar cítricos al vermicompostaje

    Existe la creencia de que los residuos cítricos, como cáscaras de naranja o limón, no deben incorporarse al vermicompostaje debido a su acidez y potencial para alterar el pH del sistema.

    Sin embargo, estudios indican que en cantidades moderadas, los cítricos no afectan negativamente el proceso ni a las lombrices, por lo tanto, los desechos cítricos de una familia promedio, no deberían alterar significativamente el equilibrio del sistema.

    Se sugiere que la utilización de cítricos, no supere el 20% del total de residuos orgánicos aportados.

    Para facilitar la descomposición y minimizar cualquier impacto, es aconsejable cortar las cáscaras en trozos pequeños y, si es posible, dejarlas al sol durante unas horas antes de incorporarlas.

      2. El vermicompostaje huele mal

      Un sistema bien gestionado no debería oler a nada más que a tierra fresca y húmeda, con un toque sutil de naturaleza en pleno equilibrio:

      • Por qué ocurre el mal olor: un exceso de humedad, la falta de oxigenación o la inclusión de restos inadecuados pueden generar fermentaciones o putrefacción.
      Mal olor en el compost
      Un exceso de comida puede generar malos olores y desequilibrio; alimenta a las lombrices en pequeñas cantidades y observa su ritmo.
      • Cómo evitarlo: asegúrate de equilibrar los materiales húmedos (restos de cocina) con secos (cartón, hojas). Airea el contenedor regularmente y no dejes que se acumule líquido en el fondo.

      3. Cualquier lombriz sirve para compostar

      Aunque todas las lombrices tienen un papel importante en la naturaleza, no todas son aptas para el vermicompostaje. Las lombrices rojas californianas (Eisenia fetida) son la mejor opción, ya que viven en la superficie, se reproducen rápidamente y procesan grandes cantidades de materia orgánica.

      Por el contrario, las lombrices comunes de tierra prefieren cavar en profundidad y no prosperan en sistemas confinados.

      4. No se puede hacer vermicompostaje en climas fríos o calurosos

      Las lombrices son resistentes y pueden adaptarse a diversas temperaturas si se les brinda el ambiente adecuado.

      • En climas fríos: protege el contenedor con mantas o mantenlo en interiores, como un garaje o sótano.
      • En climas cálidos: ubica el sistema en un lugar sombreado y revisa constantemente la humedad para evitar que se seque.
      • Zona ideal: entre 15 y 25 °C, aunque pueden soportar temperaturas más extremas durante cortos periodos.

      5. Las lombrices se escapan fácilmente

      Las lombrices son amantes de la oscuridad y la humedad, por lo que no suelen abandonar el contenedor si las condiciones son óptimas:

      • Por qué pueden huir: exceso de agua, descomposición inadecuada o un ambiente demasiado ácido.
      lombrices
      El papel sin tinta o cartón es un excelente material seco para equilibrar la humedad del vermicompostero.
      • Cómo evitarlo: Mantén un buen equilibrio de materiales húmedos y secos. Revisa el pH del sustrato; un pH cercano a 7 es el ideal para ellas.

      Si están cómodas, las lombrices prefieren quedarse cerca del alimento y del ambiente oscuro del contenedor.

      6. El vermicompostaje es complicado y lleva mucho tiempo

      El vermicompostaje es un proceso sencillo que, una vez entendido, requiere poco tiempo y esfuerzo.

      Humus terminado
      Una de las grandes ventajas de este sistema es que requiere de mucho menos trabajo que el compostaje tradicional y genera resultados de igual o mejor calidad.

      Muchos principiantes creen que esta práctica exige monitoreo constante o conocimientos especializados. Sin embargo, el manejo básico se basa en tres pilares fundamentales:

      1. Proporcionar restos orgánicos adecuados, una o dos veces por semana.
      2. Mantener la humedad ideal.
      3. Garantizar un ambiente oscuro y protegido para las lombrices.

      Las lombrices trabajarán constantemente, procesando los desechos de manera eficiente y produciendo humus en aproximadamente 2-3 meses, según el tamaño de la vermicompostera.