Abejas en invierno: recomendaciones generales para mantener la salud en el apiario, según experta

Las colmenas en invierno también sufren a causa de la inclemencia del clima. Conoce aquí las recomendaciones y manejos indispensables para librar esta fría temporada.

apiario
En invierno, los apicultores deben abrir sus colmenas lo menos que sea posible. Ya que la exposición de las abejas a la intemperie les podría ocasionar daños.

Cada invierno, las abejas se enfrentan a la abrumadora tarea de sobrevivir a los meses fríos, y aunque pueden soportar temperaturas bajo cero, son vulnerables a la inanición si no pueden encontrar suficiente comida.

La temperatura de la colmena debe mantenerse estable (20°C) durante la época invernal. Si la temperatura desciende por debajo de los 10 °C, las abejas morirán.

Muchos apicultores consideran que dejando las colmenas bien preparadas, con suficientes reservas, y en buen estado sanitario al final del otoño, bastará para que éstas sobrevivan sin problemas el crudo invierno.

Pero si no visitamos a la abejas, puede ser que no detectemos a tiempo algunas señales de advertencia. Pudiendo quedarse sin reservas de alimento por un consumo demasiado alto, o bien, que a causa del mal clima se produzca algún accidente como por ejemplo, inundaciones en el terreno, colmenas destapadas o volcadas por el viento.

Por ello es importante realizar una que otra inspección durante el invierno, y exclusivamente en días favorables. De esta manera, el impacto en el interior de la colmena será mínimo.

¿Qué debo tener en cuenta al inspeccionar la colmena?

La piquera o puerta de la colonia es un gran indicador de lo que pasa dentro. En este lugar se pueden ver abejas muertas, restos de cera, u otras señales que el apicultor debe saber interpretar.

Por ejemplo, muchas abejas muertas en la piquera pueden ser síntoma de mortandad en el interior y habrá que abrir la colmena para comprobar qué está pasando. Si lo que aparece sobre la piquera o sus alrededores son larvas muertas, puede ser señal de enfriamiento de la cría, o quizá alguna enfermedad.

Por otro lado, si hay mucha presencia de serrín de cera, puede ser síntoma de que la colmena está consumiendo mucha miel, y si es así, convendrá evaluar por qué.

Piquera
Siempre es bueno verificar el volumen de población y evaluar si es suficiente para llegar a la primavera.

La actividad en la piquera también permite evaluar si hay algún problema de población. Si el colmenar muestra actividad y hay muchas abejas entrando y saliendo, seguramente la colmena mantendrá su fuerza y vigor.

Sin embargo, si una colmena muestra poca actividad en la piquera, puede ser que se haya quedado muy despoblada.

Otro detalle que todo buen apicultor tendrá en cuenta en las inspecciones invernales es la limpieza interior. Por malo que sea el tiempo, las abejas aprovechan cualquier momento para sacar al exterior la basura: obreras o larvas muertas, restos de comida, etc. Si no lo hacen y los desechos se acumulan en el interior, puede ser síntoma de debilidad o de una reina ya envejecida y desgastada, o incluso puede significar la ausencia de la reina.

limpieza de la colmena
Las abejas siguen trabajando durante el invierno. Hay que estar atento a los desechos que ellas descartan para reconocer el estado de salud de la colmena.

Estas revisiones de invierno son muy útiles para que el apicultor tome conciencia del verdadero estado de salud de sus apiarios y pueda seleccionar a las colmenas más fuertes.

De esa selección deberá nacer una lista de colonias de excelentes cualidades que serán las que tendrán prioridad para ser reproducidas en primavera, cuando se ponga en marcha la producción de núcleos para multiplicar el colmenar.

Alimentación

Las abejas consumen miel y polen, alimentos ricos en materias azucaradas y proteínas, que les proporcionan sustancias necesarias para generar energía y elementos indispensables para el crecimiento.

Sin embargo, la explotación de las abejas ha avanzado considerablemente en los últimos años, introduciendo grandes modificaciones, entre las que destaca la alimentación artificial.

El apicultor se ha visto obligado a completar los alimentos naturales de las abejas, ya que éstos suelen ser insuficientes. Esta alimentación artificial se puede dividir en: invernal y de preparación para la primavera.

Colmenas congeladas
Durante toda la primavera y verano, las abejas guardan reservas de alimento para no tener necesidad de salir a buscarlo en invierno.

En invierno, las abejas no se pueden mover y hay que llevarles la comida a donde están. No se puede utilizar miel o sustitutivos de miel en forma de jarabe, porque llevan un porcentaje muy alto de agua y la colmena acumula mucha humedad.

Por esta razón se opta por una alimentación sólida. Así, en las etapas más duras del invierno se puede recurrir a pastas hechas con azúcar y otros nutrientes.

La pasta alimenticia sustituye a la miel y las abejas la consumen lentamente. El alimento sólido se puede colocar directamente sobre los panales o en alimentadores especiales.

En fases más avanzadas del invierno, y ya pensando en preparar a las abejas para la primavera, se puede alimentar con tortas proteicas elaboradas con polen o con algún sustitutivo del polen. Las proteínas del polen reforzarán el estado de salud de las abejas y estimularán la puesta de huevos, propiciando la generación de cría mejor alimentada.

Recomendaciones generales

  • Revisar los cajones para evitar filtraciones de agua (ajustar alzas, techos, tapas), cambiar material que este roto o haya terminado su vida útil.
  • Uso de guarda piquera para controlar la ventilación.
  • Instalar las colmenas bajo techo, evitando lluvia, nieve y heladas directas.
  • Mantener en terreno seco, de fácil acceso y ojalá donde se de floración temprana.
apicultor revisando el estado de colmenas en invierno
Durante el invierno, hay que realizar el monitoreo de la actividad dentro de la colmena. Así, se podrán realizar intervenciones oportunas en caso de ser necesario.
  • Las colmenas deben ponerse sobre caballetes, no directamente en el suelo.
  • Orientar las colmenas exponiéndolas al sol.
  • Asegurar que la colonia tenga una reina, miel y polen necesario al tamaño de la familia. Si la familia es numerosa mantendrá una mejor temperatura al interior y pasaran un mejor invierno.
  • Mantener control periódico de las colmenas, con el fin de atender situaciones en forma oportuna.

Fuentes y referencias de la noticia:
- Colmenas en invierno: 10 puntos para una revisión eficaz y adecuada. Apicultura Y Miel. (2022).