"Duendes rojos" avistados en el desierto de Atacama: ¡Todo un espectáculo!
En el cielo del desierto más árido del mundo aparecen de vez en cuando “duendes rojos”, que han sido captados desde observatorios astronómicos del ESO en distintas ocasiones. Te invitamos a observarlos y conocer más sobre este raro fenómeno atmosférico.
El pasado lunes 22 de agosto, el Observatorio Europeo Austral (European Southern Observatory, ESO) eligió como imagen de la semana un avistamiento de duendes rojos desde el Observatorio La Silla, en Chile. Este evento único de la atmósfera fue capturado con el ESO 3.6-Metre Telescope, que se encuentra operativo desde 1977. Tal parece una pintura por los matices de colores: la imagen también muestra un tono verde en el fondo, conocido como luminiscencia nocturna (airglow en inglés).
Esta no es la primera vez que se observan duendes rojos desde el Observatorio La Silla. En el horizonte, cuando una poderosa tormenta se desata, en ocasiones se han visto estos filamentos rojos que se deslizan en la alta atmósfera. También han sido percibidos desde otros observatorios astronómicos de ESO, como desde Paranal. En una oportunidad, el fotógrafo embajador de ESO, Petr Horálek, tomó una serie de imágenes de hermosos duendes atmosféricos que tuvieron su origen en una tormenta desarrollada en el lado argentino.
Los duendes rojos no son fáciles de avistar: el primer registro fotográfico que asegura su existencia se tomó en 1989, cuando científicos de la Universidad de Minnesota capturaron imágenes de estos inusuales destellos atmosféricos. Anteriormente, eran conocidos en cuentos populares y su ocurrencia era descartada por los expertos. Incluso cuando los pilotos o científicos reconocidos (incluido CTR Wilson, un físico ganador del Premio Nobel) los describieron, la comunidad científica ignoró los eventos, destaca Farmer's Almanac.
¿Cómo se forman los "duendes rojos"?
Los duendes o espectros rojos (sprites en inglés) son generados por irregularidades en la ionosfera, encima del tope de la nube de tormenta, o cumulonimbus, a una altitud de 50-90 kilómetros, según detalla el ESO. Estos destellos rojizos se generan a partir de descargas de un rayo a tierra positivo y parpadean una fracción de segundos después de fuertes relámpagos, asegura Farmer's Almanac.
La mesosfera era considerada inerte: ahora se sabe que en ella ocurren una multitud de parientes de los rayos. Diferentes tipos de descargas eléctricas, no sólo duendes, se han avistado a esas alturas. A las breves emisiones luminosas causadas por la actividad eléctrica de una tormenta se les denomina eventos luminosos transitorios (ELT).
Para poder observar duendes rojos, se necesita avistar una gran tormenta eléctrica. El cielo nocturno y libre de contaminación lumínica ayuda a visualizar mejor el fenómeno. Además, la tormenta debe estar a una cierta distancia para tener la vista despejada y no bloqueada por nubosidad. De ser posible, detectar la actividad eléctrica con un radar meteorológico. Cuando los ojos se adapten a la oscuridad, ver atentamente a la cima de la nube: quién sabe si es un día de suerte.