La basura espacial lleva décadas acumulándose en el Planeta Rojo
En su descenso a la superficie de Marte, las últimas sondas han encontrado huellas de décadas de exploración espacial.
Investigadores norteamericanos de la Universidad de West Virginia estiman que en Marte se ha acumulado el equivalente a más de 7 toneladas de basura espacial como resultado de las sucesivas misiones de exploración del planeta rojo, desarrolladas por las principales agencias espaciales. Esta cantidad de basura equivale al peso de un elefante adulto.
Según los mismos académicos, las principales fuentes de desperdicio son: hardware que se desecha al llegar, sondas inactivas y sondas dañadas. Desde el punto de vista de la primera fuente, los objetos que se envían en misiones a Marte siempre contienen módulos de protección que funcionan como escudos térmicos, además de paracaídas y trenes de aterrizaje. Estos componentes se van descartando a medida que avanza el descenso, quedando dispersos por vastas zonas del planeta.
También hay una gran cantidad de sondas que han superado su vida útil y otras que no han conseguido acercarse a la superficie marciana. Estos escombros están expuestos a los vientos de Marte, que terminan esparciendo los distintos tipos de materiales sobre un área aún mayor. La sonda Perseverance (Percy) hace dos años encontró y fotografió restos bastante lejos de los lugares de aterrizaje, y lo mismo ocurrió con las sondas Curiosity y Opportunity, en 2012 y 2005, respectivamente.
Ejemplos prácticos
Las diversas misiones realizadas a Marte han permitido al ser humano obtener un conocimiento profundo del planeta, lo que sería imposible sin el uso de estos equipos. Sin embargo, los humanos están convirtiendo a Marte en un vertedero, un vertedero de basura, lo que podría tener graves implicaciones para una futura colonización. Una de las formas de cambiar esta situación es invertir en sostenibilidad, limitando la emisión de residuos y, quizás, invirtiendo en el regreso de sondas a la Tierra.
Las misiones más recientes han logrado identificar los restos de misiones como la rusa Mars 2 de 1971 y la británica Beagle 2 de 2003. La incorporación más reciente es el helicóptero Ingenuity de la NASA, que en abril de 2021 hizo historia al ser el primero propulsado y controlado en vuelo a otro planeta. A pesar de que este dispositivo ha realizado más vuelos de los inicialmente esperados y mantiene comunicación con los controladores en la Tierra, ahora es una nave no funcional al tener graves daños en el motor.
Desde el inicio de la era espacial, cerca de 20 objetos enviados por la Tierra han llegado a Marte, algunos con éxito, otros con menos éxito, pero siempre han ayudado a construir una perspectiva única de Marte y sus características. En el futuro, esta basura podría ser objeto de un estudio arqueológico, si algún día un ser humano pone un pie en la superficie de ese planeta.