¿Beber café y té reduce el riesgo de cáncer de cabeza y cuello? Aquí te contamos lo que dicen los científicos
Un reciente estudio revela cómo estas bebidas populares pueden influir en la aparición de ciertos tipos de cáncer, destacando efectos protectores y posibles riesgos según su consumo
¿Te encanta el aroma del café recién hecho por la mañana? ¿O prefieres disfrutar de una relajante taza de té por la tarde? Si es así, te tenemos buenas noticias.
Un nuevo estudio, publicado en la revista CANCER, sugiere que el consumo de café y té puede estar vinculado a una reducción en el riesgo de cáncer de cabeza y cuello.
Este tipo de cáncer, que incluye los de la boca, garganta e hipofaringe, es el séptimo más común en el mundo. Sin embargo, los efectos de estas bebidas varían según su tipo y cantidad consumida, lo que abre un interesante debate sobre su papel en la salud.
Los datos detrás de cada sorbo
Un equipo de investigación de la Universidad de Utah, Estados Unidos, analizó los datos de 14 estudios previos, recopilando información de miles de personas con y sin cáncer en la cabeza y el cuello y sus hábitos de consumo de estas bebidas.
Según los resultados, quienes bebían más de cuatro tazas de café con cafeína al día tenían un 17 % menos de probabilidades de desarrollar estos cánceres en general.
El té también mostró efectos protectores. Beber una taza o menos al día estuvo relacionado con un 9 % menos de riesgo de cáncer de cabeza y cuello, y un 27 % menos de cáncer hipofaríngeo.
Sin embargo, consumir más de una taza al día se asoció con un aumento del 38 % en el riesgo de cáncer de laringe, lo que refuerza la idea de que los efectos no son universales ni uniformes en el caso de estas dos bebidas tan populares a nivel mundial.
¿Cómo funcionan estos efectos?
El café y el té están cargados de compuestos bioactivos, como antioxidantes, polifenoles y catequinas, que ayudan a combatir el daño celular y reducir la inflamación, ambos factores cruciales en el desarrollo del cáncer.
Por ejemplo, el café contiene ácido clorogénico y trigonelina, mientras que el té —particularmente el verde— es rico en catequinas, reconocidas por sus propiedades anticancerígenas.
Estos mecanismos podrían explicar la reducción de riesgos observada en ciertos tipos de cáncer de cabeza y cuello.
Café y té: aliados potenciales, pero con matices
Sin embargo, no todo es blanco o negro. Los efectos de estas bebidas también están influenciados por variables como la cantidad consumida, el tipo de bebida (descafeinada o con cafeína), el método de preparación e incluso la temperatura a la que se consumen.
La doctora Yuan-Chin Amy Lee, investigadora principal subrayó en una nota de prensa de la universidad de Utah esta complejidad: “Aunque investigaciones previas ya sugerían un posible beneficio del café y el té frente a ciertos tipos de cáncer, este estudio destaca cómo los efectos varían dependiendo del subtipo de cáncer, incluso mostrando beneficios en el caso del café descafeinado”.
Además, la experta enfatizó la necesidad de estudios adicionales para comprender cómo interactúan los hábitos de consumo con factores genéticos y ambientales.
Como bien señala el equipo investigador, disfrutar estas bebidas con moderación, junto a otros hábitos saludables, es la mejor receta para aprovechar sus beneficios sin complicaciones.
Fuentes y referencias de la noticia
- Lee Y., et all. Coffee and tea consumption and the risk of head and neck cancer: An updated pooled analysis in the International Head and Neck Cancer Epidemiology Consortium. Cancer: (2024).
- Universidad de Utah. Does coffee prevent head and neck cancer?. Publicado en la web de la Universidad de Utah. (2024).