Biodiversidad y turismo: ¿podrán sobrevivir al impacto de fenómenos extremos?
Los fenómenos extremos modifican profundamente ecosistemas como el Serengeti y el Masai Mara. Estos cambios climáticos suponen un riesgo importante para la biodiversidad y el turismo.
El Serengueti y el Masai Mara, joyas de la biodiversidad africana y pilares económicos del turismo, están hoy en primera línea frente al cambio climático. Estos santuarios naturales, famosos por la gran migración de los ñus y su excepcional vida salvaje, dependen de los ciclos de lluvia estacionales, que ahora se ven gravemente alterados.
Desestabilización de ecosistemas
Con el tiempo, las temperaturas del Serengeti y Masai Mara han aumentado significativamente, con un aumento promedio de 5,3 °C entre 1960 y 2024. Este calentamiento, combinado con intensas sequías y lluvias irregulares, está alterando gravemente la fauna y la flora locales.
En particular, los períodos de sequía secan los puntos de agua, destruyen la vegetación y provocan una mayor mortalidad entre los animales salvajes. Además, la competencia por los recursos está aumentando entre la vida silvestre, el ganado y la población local. Esto debilita aún más este delicado equilibrio.
Los efectos de los fenómenos meteorológicos extremos no se limitan a la biodiversidad. Cuando a los períodos de lluvia les siguen sequías graves, el rápido crecimiento de la hierba puede provocar desequilibrios dietéticos en los herbívoros, como los ñus y las cebras. Este fenómeno, llamado "desnutrición estacional", debilita a los animales y los vuelve vulnerables a enfermedades y depredadores.
Turismo amenazado
El turismo es el sustento económico del Serengeti y el Masai Mara, y no sólo genera ingresos para las comunidades locales, sino que también financia programas de conservación. El mayor atractivo de estas regiones es la espectacular biodiversidad, que atrae a miles de visitantes que vienen a admirar la gran migración y observar la vida silvestre única de estas áreas protegidas.
Sin embargo, el cambio climático puede comprometer este equilibrio. Si los animales desaparecen o cambian su comportamiento debido a cambios ambientales, la atracción turística colapsará. Además, la infraestructura turística, como albergues y carreteras, es en sí misma vulnerable a inundaciones y sequías prolongadas, lo que hace que algunas zonas sean inaccesibles y reduce la capacidad de visitantes.
Iniciativas de resiliencia
Las iniciativas locales e internacionales tienen como objetivo fortalecer la resiliencia de los ecosistemas y proteger la economía turística. Estos esfuerzos incluyen la restauración del hábitat, la gestión sostenible de los recursos hídricos y el seguimiento de las poblaciones de animales para adaptar mejor las prácticas de conservación a las nuevas realidades climáticas.
El sector turístico, en particular, juega un papel clave en esta lucha por la preservación de la biodiversidad. Iniciativas, como las lideradas por la Organización de las Naciones Unidas para el Turismo (Turismo de las Naciones Unidas) y el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), se comprometen a detener y revertir la pérdida de biodiversidad para 2030.
Promueven un enfoque “positivo para la naturaleza”, que fomenta la reducción de las emisiones de carbono, limitando el impacto de la contaminación y la protección y restauración de los ecosistemas naturales.
Turismo sostenible: un motor de cambio
El turismo sostenible no se limita a reducir su impacto ambiental. También ayuda a educar a los visitantes sobre la importancia de la conservación e involucrar a las comunidades locales en proyectos de preservación. Este modelo fomenta una gestión más responsable de los recursos naturales y al mismo tiempo garantiza medios de vida sostenibles para las poblaciones locales.
De hecho, un medioambiente sano es esencial para la competitividad del sector turístico. Los ingresos generados por las actividades turísticas pueden financiar ambiciosos programas de conservación, destinados a restaurar ecosistemas degradados y proteger especies en peligro de extinción. Los esfuerzos globales, como las Directrices sobre biodiversidad y turismo, desarrolladas por el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), proporcionan marcos para el desarrollo del turismo en armonía con la naturaleza.
Necesidad de cooperación internacional
La preservación de los ecosistemas del Serengeti y Masai Mara, así como de otra biodiversidad amenazada en todo el mundo, no depende únicamente de los esfuerzos locales. La acción global es imperativa para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar los efectos del cambio climático. La colaboración entre gobiernos, organizaciones internacionales y actores privados es crucial para garantizar la supervivencia de estas regiones y proteger a las poblaciones que dependen de ellas.
La participación activa del sector turístico, junto con acciones gubernamentales efectivas, ofrece esperanza para el futuro. El marco global para la biodiversidad posterior a 2020, adoptado en la COP15 en Montreal, exige una mayor integración de la biodiversidad en todas las estrategias de desarrollo. Esto implica reducir la huella ecológica del turismo y maximizar sus beneficios para la conservación y las comunidades locales.