Olas de calor sin precedentes: ¿hasta cuándo se romperán récords?
La probabilidad de ocurrencia de calores extremos está aumentando a una tasa perturbadora. Un estudio realizado por investigadores suizos coloca la culpa en el calentamiento global.
Deberíamos esperar -y prepararnos para- olas de calor sin precedentes en el futuro cercano, según un nuevo estudio que sugiere que en muchos lugares del mundo que no han estado cerca de alcanzar temperaturas extremas cálidas, lo vivirán dentro de poco.
En general, los récords de temperatura se superan en apenas unos pocos grados y deberían volverse más raros mientas más los medimos, pero eso no es lo que probablemente veremos en el futuro, dicen los investigadores de ETH Zürich. Debido a que nuestro clima se está calentando rápidamente, los récords de temperatura no están listos para romperse, sino para ser destrozados.
Al estudiar extensos registros de los modelos climáticos, Erich Fischer y sus colegas del Instituto de Cambio Climático y Atmosférico encontraron que los eventos simulados para el futuro cercano quebrarían récords históricos por enormes márgenes.
Curiosamente, estas recreaciones no mostraban que la intensidad de las olas de calor aumentaría de forma gradual; en cambio, predijeron décadas estancadas, en las que raras veces se batirían récords, si es que se batían, seguidos de un inesperado, e increíblemente extremo, evento de calor.
Simulando olas de calor
Los investigadores simularon una ola de calor ocurrida en el centro de América del Norte que alcanzó temperaturas 18 °C más altas que el promedio del verano considerando el periodo de 1986 a 2005; la semana más calurosa del evento superó los máximos de temperatura promedio semanales simulados previos en más de cinco desviaciones estándar, un enorme margen.
Este tipo de evento -que fue notablemente similar a la ola de calor extrema del noroeste del Pacífico ocurrida en junio- se espera que ocurra una vez a cada dos décadas después de 2050, según sugieren los investigadores
En escenarios de altas emisiones, las olas de calor que se prolonguen por más de una semana, y que rompen récords con tres o más desviaciones estándar, serán entre dos y siete veces más probables entre 2021 y 2050, y de tres a 21 veces más probables entre 2051 y 2080, en comparación con los últimos 30 años.
La probabilidad de ocurrencia de eventos como los observados en Europa en 2003 ocurran en cualquier parte del hemisferio norte, en latitudes medias, aumentará de 4,5% al año, en la actualidad, hacia un 22%, en las próximas décadas.
Su probabilidad está determinada por la tasa de calentamiento, en lugar de anomalías de ola de calor anteriores, que se relacionan con la cantidad total de calentamiento. Si el aumento de la temperatura global se pudiera estabilizar en 1,5 °C, 2 °C o incluso 2,5 °C, entonces la probabilidad de ocurrencia disminuiría después de algunas décadas, predice Fischer.
Lugares como el centro y este de los Estados Unidos, que no han experimentado aumentos recientes en la intensidad de las olas de calor, son propensos a este tipo de eventos y deben esperar ver -y deben prepararse para- nuevos récords de calor en el futuro.
Más de la mitad de los GEI son emitidos por solo 25 megaciudades.
Los investigadores dicen que estos eventos anómalamente extremos de calor, que rompen récords, no son causados por nuevos mecanismos climáticos, sino que son variaciones extremas (primaveras inusualmente cálidas, escasas precipitaciones, baja humedad del suelo y enfriamiento reducido por evaporación) en los meses anteriores, las que favorecen estas extraordinarias olas de calor.