Calentamiento global puede duplicar número de rayos en el Ártico
Una última investigación sugiere que las tormentas eléctricas podrían duplicarse en número hacia el 2100 debido al calentamiento global. Este fenómeno meteorológico ha sido muy difícil de observar previamente en las regiones árticas.
El cambio climático traerá tormentas eléctricas, que eran extremadamente raras, a los bosques boreales de latitudes altas y a las regiones de la tundra ártica, según han encontrado los científicos en un estudio reciente.
El primer rayo conocido, en un radio de 500 kilómetros del Polo Norte, fue registrado en 2019 por el Servicio Meteorológico Nacional en Alaska. Ahora se proyecta un aumento del 100% en el número de rayos para fines de siglo, según investigadores de la Universidad de California, en Irvine (UCI).
"Proyectamos cómo cambiarán los rayos en los bosques boreales en altas latitudes y las regiones de la tundra ártica en América del Norte y Eurasia", explica Yang Chen, investigador del Departamento de Ciencias del Sistema Terrestre de la UCI, quien encabezó el trabajo publicado en un artículo en la revista Nature Climate Change.
Los investigadores se sorprendieron por la magnitud del resultado, dado que el aumento de los rayos causados por el cambio climático en las regiones más cercanas al ecuador fue mucho menor, dijo.
Los hallazgos sugieren que las condiciones atmosféricas del Ártico durante el verano serán más parecidas con las que se observan al sur de esta región, donde las tormentas eléctricas son más comunes.
Incendios forestales
Los científicos tenían la teoría de que rayos fueron los responsables de iniciar el número récord de incendios forestales que azotaron el estado estadounidense de Alaska en 2015, explicó James Randerson, profesor del Departamento de Ciencias del Sistema Terrestre de la UCI, coautor del estudio de rayos, y fue parte de una campaña de campo, dirigida por la NASA, que estudió los incendios forestales.
Los investigadores analizaron 20 años de datos satelitales de la NASA de rayos en las regiones del norte e identificaron una relación entre la tasa de relámpagos y los factores climáticos.
Utilizando las proyecciones climáticas de las Naciones Unidas, los científicos predijeron un aumento significativo de los rayos como resultado del aumento de la convección atmosférica y tormentas eléctricas más intensas.
Los incendios pueden causar muchos problemas en el Ártico. Estos incluyen la quema de pastos cortos, musgos y arbustos que son partes importantes de los ecosistemas de la tundra. Una vez que estas plantas bajas se hayan quemado, las semillas de los árboles podrían crecer más fácilmente en el suelo desnudo y los bosques podrían expandirse. Esto significaría que los paisajes típicamente cubiertos de nieve podrían ser reemplazados por árboles.
Calentamiento adicional
Según los científicos, esto podría conducir a un mayor calentamiento en la región, ya que la nieve que anteriormente reflejaba la luz solar en el espacio sería reemplazada por bosques, más oscuros, que absorben la energía solar.
Los incendios también podrían derretir más permafrost -suelo permanentemente congelado que define gran extensión del paisaje ártico. El permafrost almacena una gran cantidad de carbono orgánico que se convertirá en gases de efecto invernadero, dióxido de carbono y metano si se derrite del hielo. Esto generará aún más calentamiento cuando se libere.
Los científicos quieren analizar nuevas misiones satelitales que puedan monitorear las latitudes árticas y boreales en busca de rayos, y los incendios que podrían provocar, para mejorar el conocimiento del calentamiento en la región.