Planta 'inmortal' puede cambiar el futuro de la agricultura
Científicos están estudiando los cambios en el genoma de plantas del género Welwitschia que le han permitido sobrevivir miles de años en el desierto, en medio de la falta de agua y el calor extremo.
Las plantas del género Welwitschia lograron un hito increíble: la evolución las volvió casi inmortales. Algunas de las encontradas en el desierto del Namib tienen más de tres mil años de edad, lo que convierte a sus hojas vivas en las más antiguas del mundo.
El desierto del Namib cruza el territorio entre el sur de Angola y el norte de Namibia, donde la planta es conocida por los habitantes locales como tweeblaarkanniedood, que significa "dos hojas no pueden morir". Es un nombre apropiado, considerando que la planta desarrolla solo dos hojas que crecen continuamente durante milenios.
Algunas de estas plantas existían desde antes del descubrimiento de América. E continúan vivas, aún en las condiciones climáticas extremas de un lugar que recibe menos de 50 mm de lluvia por año.
Desde su descubrimiento, esta planta motivó investigaciones y cautivó a biólogos como Charles Darwin y el botánico Friedrich Welwitsch, que dio su nombre a esta planta. Hace pocas semanas, con la divulgación de un estudio publicado en la revista Nature Communications, algunos de los secretos sobre la longevidad de esta planta fueron esclarecidos.
¿Cómo la Welwitschia llegó a ser inmortal?
Hace aproximadamente 86 millones de años atrás, durante un periodo de aridez extremo y sequía prolongada en la región, el extraordinario estrés sufrido por la planta causó un error en la división celular, lo que generó la duplicación de todo su genoma. Es probable que este evento de sequía extrema esté vinculado a la propia formación del desierto del Namib en un pasado distante.
Planta cambió su color porque tiene miedo de personas.
Así, los genes duplicados son liberados de sus funciones originales, pasando a realizar otras. Sin embargo, esto resulta en un gasto energético mucho más elevado para la planta, lo que puede resultar fatal en un ambiente hostil. Aún así, la Welwitschia logró sobrevivir a un segundo evento extremo ocurrido hace 2 millones de años.
Durante este segundo evento, el genoma de la planta pasó por nuevas modificaciones que silenciaron todas sus secuencias de ADN inservibles, en un proceso denominado metilación del ADN, volviendo su genoma extremamente eficiente y de bajo costo energético, otorgándole a la Welwitschia su increíble longevidad.
Además, la investigación descubrió que las hojas de esta planta nacen en un parte diferente a la de las demás: el meristemo basal, una parte vulnerable que proporciona nuevas células para el crecimiento de la planta. Los investigadores piensan que la capacidad de sobrevivir de esta planta corresponde a un conjunto de características y no a una sola de forma aislada.
En un mundo donde ya es prácticamente imposible evitar que las temperaturas sigan aumentando, las lecciones genéticas de la Welwitschia pueden ser clave para el desarrollo nuevas de variedades genéticas de plantas, capaces de soportar climas futuros extremos.
Esto significa, que al replicar los cambios del genoma de la Welwitschia en otras como soja y maíz, podríamos crear plantas extremamente resistentes a cambios climáticos. A veces, una investigación motivada simplemente por la curiosidad, sin una aparente aplicación comercial, puede dar claves para la sobrevivencia futura de la humanidad.