¡Clima extremo en Egipto! Técnica constructiva ancestral al rescate
Esta vez, la noticia se enfoca en la tierra de los faraones. El calor extremo que se vive durante los últimos años en Egipto, ha llevado a sus habitantes a recordar las técnicas milenarias con el fin de construir sus hogares con una mejor aislación térmica.
¿Hagamos un viaje meteorológico a Egipto? Claro, a estas alturas del año comienza el invierno templado en esas latitudes. Pero en verano la temperatura puede superar los 40 °C a la sombra. Es por ello que, ante las consecuencias del clima extremo en el país de los faraones, se ha buscado alternativas de construcción.
Te estarás preguntando ¿qué llevó a las personas egipcias a buscar técnicas ancestrales para construir sus casas? Sabemos que en las construcciones de cemento es, prácticamente, imposible dormir en las noches de verano. Ahora, imagina que tu casa construida con este material está bajo las condiciones meteorológicas de Egipto ¡un horno, verdad!
Si nos remontamos a las técnicas milenarias que se aplicaban en este país, su base era arena, arcilla y grava. Todas ellas fueron abandonadas para dar paso al ladrillo cocido, el acero y el cemento, principalmente. Sin embargo, una empresa egipcia quiere recuperar y poner en práctica este conocimiento por razones como su simplicidad, durabilidad, sostenibilidad y, por supuesto, su uso óptimo ante el clima extremo.
Uno de los beneficios más importantes es que los materiales están cerca y disponibles para su uso. Además, las técnicas basadas en estos materiales, generan un aislamiento térmico. Esta característica es relevante en zonas que presentan extremos climáticos, tanto a lo largo del año, como durante el día y la noche.
Para lograr este aislamiento térmico, es necesario construir una pared gruesa de tierra ¿de cuánto estamos hablando? De hasta medio metro de grosor. Expertos señalan que este efecto es parecido a estar dentro de una montaña.
Si vives en una casa de tierra ¿eres pobre?
A medida que vamos avanzando en este ciclo de adaptación ante el calentamiento global, también es necesaria la evolución humana. Es decir, cambiar paradigmas asociados al "qué dirán" por ideas que jueguen a favor de nuestro beneficio.
Hay situaciones que ocurren "aquí y en la quebrá del ají". Por ejemplo, se tiende a pensar que las personas que deciden vivir en una casa de adobe, son más pobres. Inclusive, que son menos modernas o evolucionadas. Nada más alejado de la realidad cuando se trata de convivir con la Naturaleza.
¿Existen alternativas a los combustibles fósiles? ¡Claro que sí!
Ante este tipo de situación es imperativa la educación. Pero no sólo la educación dentro de un currículum escolar o formal. Es más bien la educación del ser holístico e integral, capaz de adaptarse desde su interior a los escenarios externos. Por ende, es de suma relevancia la automaestría, porque así como cada quien es único, también lo pueden ser las técnicas de adaptación.
Finalmente, aunque no lo queramos, las condiciones meteorológicas extremas seguirán haciendo de las suyas. Más aún con las decisiones que se han tomado en la actual COP26. Debemos saber que educación, política, economía, religión, salud, etc., están unificadas. Continuar segregando el conocimiento sólo nos llevará a "soluciones parche", de los cuales ya estamos hasta más arriba de la coronilla.