Cómo la colisión de dos asteroides provocó una glaciación en la Tierra
Hace más de 400 millones de años atrás, dos asteroides colisionan en el cinturón de asteroides entre las órbitas de Marte y Júpiter. ¿El resultado? Una nueva edad de hielo en el planeta Tierra que duraría millones de años y cambiaría la evolución de la vida para siempre.
Cambia todo cambia. Incluso el clima. Los humanos lo sabemos muy bien. Hoy, nuestro planeta se está calentando de forma muy acelerada debido a la emisión de gases de efecto invernadero. Pero antes de nosotros, el clima ha cambiado muchas veces, a veces de forma lenta y otras de forma muy violenta.
El impacto directo de un meteorito sobre el planeta Tierra no es solo fuente inagotable para las películas de catástrofes naturales, si no que también, explica parcialmente algunas de las extinciones masivas que han ocurrido en el pasado. La extinción de los dinosaurios —alrededor de 60 millones de años atrás— es una de ellas.
Pero los científicos acaban de descubrir que los asteroides podrían afectar el clima del planeta de una manera mucho más indirecta y, de hecho, favorecer el desarrollo de la vida en la Tierra. ¿Cómo es eso posible?
La glaciación del Ordovícico
Hace unos 466 millones de años, la Tierra era muy distinta a como la conocemos hoy. El día duraba cerca de 21 horas —nuestro planeta giraba sobre su propio eje más rápido en ese entonces— y no existe evidencia de fauna silvestre en la superficie terrestre. En cambio, toda la vida se desarrollaba bajo la superficie marina.
Pero de manera muy abrupta, el clima cálido y de altas temperaturas fue reemplazado por bajas temperaturas, océanos polares completamente congelados y una disminución del nivel del mar.
Utilizando diferentes técnicas, los científicos han logrado reconstruir "el clima" del planeta los últimos 500 millones de años, tal como se puede apreciar en la siguiente figura.
La disminución de la temperatura de la Tierra sufrida hace cerca de 460 millones de años se conoce como la glaciación del Ordovícico, e implicó que la Tierra se enfriara cerca de 5 grados en unos "pocos" millones de años.
El origen de esta edad de hielo —que duró varias decenas de millones de años— ha sido tema de debate en la comunidad geológica. Pero un reciente estudio parece resolver este misterio.
Delivery de polvo interestelar
El análisis de las rocas de lo que antes conformaban fondos marinos someros en la época del Ordovícico muestran una marcada presencia de material de granito conocido como L-Condrita (en inglés, L-Chondritic).
¿Qué tiene de especial la L-Condrita? Resulta que este tipo de material proviene directamente desde el espacio. La L-Condrita es uno de los meteoritos más comunes sobre nuestro planeta, por lo que la abundancia de dicho material poco antes y también durante el periodo de glaciación llamó la atención de los investigadores.
Este polvo interestelar se fue acumulando en el fondo de los océanos de baja profundidad, dejando una huella muy marcada en las rocas. De alguna forma, el material de meteorito se fue haciendo cada vez más frecuente en el aire, de tal forma que luego de millones de años logró atravesar las diferentes capas de la atmósfera, y se terminó depositando en el fondo oceánico.
¿Cómo puede llegar este polvo de interestelar hasta el océano?
La hipótesis es la siguiente: algunos millones de años antes del comienzo de la glaciación, se produjo una enorme colisión entre dos asteroides (entre las órbitas de Marte y Júpiter).
Esta colisión desintegró los asteroides (que originalmente poseían entre 100 y 200 km de diámetro) en pequeñas piezas que fueron regadas a lo largo del sistema solar. Luego de varios millones de años, este material comenzó lentamente a rodear nuestro planeta, acumulándose primero en las partes altas de la atmósfera, para luego alcanzar la superficie de la Tierra.
Es bastante común que material estelar ingrese a nuestra atmósfera. De hecho, cada año ingresan cerca de 40 mil toneladas. Pero durante el periodo previo a la glaciación, gracias a los restos de la colisión de los asteroides, esa cantidad se multiplicó por diez mil.
El efecto en el clima fue lento y gradual. Estas partículas pequeñas en suspensión en la parte alta de la atmósfera comenzaron a bloquear la radiación solar, tal como lo hace una cortina en una ventana.
Debido a que la disminución de las temperaturas fue gradual y lenta, la fauna marina logró adaptarse de buena forma a este proceso. Es más, se produjo una explosión de biodiversidad que ayudó al desarrollo de nuevas especies.
En ese sentido, los estudios concluyeron que la entrada de material espacial a la atmósfera debido a la colisión de los meteoritos fue más bien positivo para la vida en la Tierra, debido a que el proceso fue gradual.