¿Cómo sobreviven los mosquitos a la sequía? Los científicos descubren su sorprendente truco
La sequía aumenta la ingesta de sangre y supervivencia de los mosquitos, incrementando la transmisión de patógenos. Estos hallazgos muestran cómo la deshidratación afecta su comportamiento y la propagación de enfermedades.
Los mosquitos pueden sobrevivir a sequías prolongadas alimentándose de sangre, lo que les permite recuperar sus poblaciones rápidamente cuando llueve, según un estudio hecho por biólogos de la Universidad de Cincinnati. El estudio liderado por Christopher Holmes encontró que dos especies de mosquitos, transmisores de enfermedades como la malaria, resistieron casi tres semanas sin lluvia.
Estos hallazgos explican por qué las infecciones transmitidas por mosquitos no siempre disminuyen en sequías. A pesar de haber menos mosquitos, los que sobreviven pican más frecuentemente. "Estamos descubriendo que los mosquitos pican a la gente más de lo que imaginábamos", comentó Holmes.
Investigaciones revelan sorprendentes adaptaciones de los mosquitos
Los mosquitos parecen prosperar con el cambio climático a medida que los inviernos se vuelven más cálidos. Holmes explicó que, en condiciones favorables, las hembras de los mosquitos extraen sangre de un huésped para estimular la producción de huevos. Aproximadamente cuatro días después, ponen sus huevos y buscan otra fuente de sangre para repetir el proceso.
Sin embargo, durante las sequías, los mosquitos complementan su ingesta inicial de sangre alimentándose repetidamente para mantenerse hidratados antes de poner huevos, lo que podría aumentar las oportunidades de propagar enfermedades como el dengue, el zika o la malaria. Mira como se alimentan de sangre...
El coautor y profesor Joshua Benoit señaló que se asume que durante las sequías hay menos mosquitos y, por lo tanto, menos posibilidades de propagar enfermedades, pero los modelos no necesariamente demuestran eso. Conocer más sobre la biología de los mosquitos es fundamental para comprender cómo sobreviven y se reproducen.
Se examinaron mosquitos modificados
El estudio también examinó mosquitos modificados genéticamente para comprobar si afectaban su capacidad de detectar el dióxido de carbono, clave para encontrar personas o animales a los que picar, y su capacidad para percibir cambios en los niveles de humedad.
Descubrieron que los mosquitos que no podían detectar el dióxido de carbono no sobrevivían a los períodos secos porque no podían encontrar huéspedes para picar. "El dióxido de carbono es uno de los principales impulsores del comportamiento alimentario. Aunque los mosquitos tenían hambre o sed, al no poder utilizar el dióxido de carbono para encontrar un huésped, simplemente morían", dijo Holmes.
El también coautor Souvik Chakraborty añadió que incluso los huevos de los mosquitos tienen capacidades notables para soportar largos períodos de sequía. "El mosquito Aedes aegypti es resistente a la desecación. Sus huevos pueden sobrevivir hasta un año. Cuando llueve, el nivel del agua sube y, en cuanto toca los huevos, estos eclosionan rápidamente".
Capacidad de detección de dióxido de carbono y humedad
El estudio analizó mosquitos genéticamente modificados para afectar su capacidad de detectar dióxido de carbono y humedad. Los mosquitos que no podían detectar dióxido de carbono no sobrevivían a los períodos secos porque no encontraban personas o animales para picar.
El dióxido de carbono es crucial para su comportamiento alimentario. Sin él, aunque tuvieran hambre o sed, morían explicó Holmes. Souvik Chakraborty añadió que los huevos del mosquito Aedes aegypti pueden soportar largos períodos de sequía y eclosionar rápidamente cuando llueve.
El investigador Oluwaseun Ajayi observó que los mosquitos del género Culex, presentes en todo el mundo, también pueden tolerar temperaturas frías. "Tienen la capacidad de anticipar el invierno y reducir rápidamente su metabolismo para poder invernar hasta cinco meses." Holmes añadió que estos mosquitos se refugian en sótanos o alcantarillas antes del invierno, consumen néctar y acumulan grandes depósitos de lípidos. Luego, cuando el clima se vuelve más cálido, buscan una fuente de sangre, ponen huevos y mueren.
Holmes concluyó que los hallazgos recientes del equipo permiten comprender mejor la prolongada historia de los mosquitos en la Tierra. Los mosquitos más antiguos datan del Cretácico temprano, hace 125 millones de años, y son una parte integral de la cadena alimentaria.
Actualmente, las enfermedades que transmiten son responsables de la muerte de más de 700,000 personas cada año. "Esto refleja las eficaces estrategias de supervivencia y reproducción de los mosquitos", señaló Holmes. Benoit añadió que el estudio demuestra la resiliencia de estos insectos que existieron antes que los dinosaurios. "Habitan en casi todas partes, excepto en la Antártida y toleran una amplia variedad de hábitats."