Conoce el poder sanador de las abejas a través de la apiterapia
Esta terapia ancestral y complementaria a la medicina alópata, día a día, suma más adeptos en todo el orbe, quienes buscan sanar y aliviar dolencias con productos naturales para su organismo.
¿Han oído acerca de la apiterapia? Esta es una práctica terapéutica ancestral que utiliza todos los productos derivados de las abejas, como la miel, el polen, la jalea real, el propóleo y el veneno de abeja, para tratar diversas enfermedades y mejorar el bienestar general de las personas y también todo tipo de mamíferos.
Es una de las terapias naturales más antiguas que ha acompañado al ser humano desde hace milenios, y su origen se remonta en antiguas civilizaciones como la egipcia, griega y china, que ya utilizaban los productos de las abejas para tratar diversas dolencias. Es en el Papiros de Eberts, donde se encontraron las primeras evidencias de esta práctica en el mundo egipcio, escrito en el 1.500 a.C.
¿Cómo actúa la apiterapia?
En un tratamiento de apiterapia, lo ideal es utilizar la mayor cantidad de productos de la colmena, denominado Apifarmacopea, indica Enrique Allendes, apicultor y apiterapeuta profesional, fundador de Centro Internacional Apimedicina, ubicado en Isla de Maipo RM, Chile.
Para realizar apiterapia, eficazmente, el profesional recomienda utilizar todos los productos de la colmena según dolencia y/o enfermedad como la miel, el polen, el propóleo, la jalea real, la cera, el veneno de abeja, las larvas de zángano, el aire de la colmena y/o la vibración de la colmena, entre otros. “Lo valioso de estos productos es que, su combinación, potencia los tratamientos y su eficacia, siempre y cuando dichos productos sean 100% orgánicos, fomentando el efecto de sinergia entre ellos”, explica Allendes.
Quien también fomenta el uso de todos los productos de la colmena es el reconocido médico y apiterapeuta rumano, Stefan Stangaciu, quien señala que los productos de la colmena son una muy buena alternativa cuando los pacientes tienen enfermedades con bacterias que no responden a los antibióticos.
¿Qué enfermedades pueden tratar o prevenir la apiterapia?
La apiterapia trata una amplia gama de enfermedades y dolencias agudas y crónicas, actuando sobre todos los sistemas del organismo.
La artritis y las enfermedades reumáticas son las más comunes en pacientes, quienes son tratados con propóleo y veneno de abeja por sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas que ayudan a reducir el dolor y la inflamación en las articulaciones.
Durante el invierno, los problemas respiratorios son pan de cada día. Aquí productos como el propóleo y la miel tienen poderosos efectos antibacterianos y antivirales, lo que ayuda a tratar infecciones respiratorias como resfriados, amigdalitis, neumonía y bronquitis, entre otras.
Asimismo, el uso de los productos de la colmena es beneficioso para tratar afecciones del sistema inmunológico, estimulando y regulando la función inmunitaria, muy útil en casos de enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple o la fibromialgia. Incluso es muy favorable en pacientes que padecen cáncer o VIH, por ejemplo.
La apiterapia es también eficiente en el alivio de malestares provocados por el sistema nervioso. El veneno de abeja tiene efectos analgésicos y neuroprotectores, por lo que es útil en enfermedades neurológicas como parkinson, psoriasis, depresión, ansiedad, migrañas, etc. La miel puede dar un golpe de energía ante la fatiga crónica. La jalea real, en tanto, favorece la claridad mental y la actividad intelectual en las personas.
Y como dato para quienes sufren de trastornos sexuales, el polen o el pan de abeja, aún incluso la jalea real, ayuda a revitalizar la libido, especialmente, en las mujeres y las larvas de zángano son perfectos para la potencia sexual en hombres, actuando como un verdadero viagra natural.