¿Conoces las turberas?: formidables ecosistemas que están en peligro
Conservan la biodiversidad, regulan el ciclo hidrológico, almacenan carbono, guardan la historia y ayudan en la economía local. Pero algo está pasando en el sur de Chile que amenaza a estos humedales llenos de vida, ¿de qué se trata?
¿Sabes qué son las turberas? Bueno, entonces, comencemos por el principio. Las turberas son uno de los tantos tipos de humedales que existen en el planeta. Una de las principales características de las turberas es que en ellas se produce y se acumula progresivamente una materia orgánica muerta llamada turba.
¿Qué es la turba? La turba es la materia orgánica semidescompuesta que proviene de plantas (briófitos, líquenes, herbáceas de medios húmedos, entre otras) adaptadas a vivir en condiciones de saturación permanente de agua, baja presencia de oxígeno y escasa disponibilidad de nutrientes. Esta se forma bajo condiciones donde el material vegetal se conserva por miles de años.
¿Por qué son importantes? Las turberas prestan servicios ecosistémicos fundamentales, es decir, entregan beneficios tanto a los seres humanos como a la vida en el planeta. ¿Cuáles?
- Conservación de la biodiversidad: Son refugio de algunas de las especies más raras e inusuales de la flora y fauna dependiente de los humedales.
- Regulan el ciclo hidrológico: Estos ecosistemas son recargados por las lluvias y el agua captada se libera gradualmente hacia las cuencas. También operan como filtro natural de aguas subterráneas reduciendo la movilización de sedimentos y fijando compuestos nocivos como metales pesados.
- Almacenamiento de carbono: Retienen 1/3 de las reservas de dióxido de carbono (CO2) existentes en las tierras elevadas del mundo.
- Guardan la historia: Son archivos paleoambientales y arqueológicos que reconstruyen los cambios paisajísticos del pasado y los climas.
- Factor económico: Tanto la turba como el Sphagnum vivo (pompón) es usado en horticultura como retenedor de nutrientes, además, se utiliza como aislante térmico, piso orgánico, filtros y combustible.
Seres humanos, ¡peligro!
En Chile, las turberas se encuentran en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes. “Son muy relevantes dentro del contexto de cambio climático, porque durante miles años estos ecosistemas han retenido dióxido de carbono, es decir, son grandes almacenadores de CO2. Entonces, si no las conservamos como corresponde, potencialmente se pueden transforman en grandes emisores gases de efecto invernadero (GEI)”, sostiene Carolina León Valdevenito, bióloga, doctora en biología de la conservación, integrante del Centro de Recursos Naturales y Sustentabilidad (Cirenys) de la Universidad Bernardo O'Higgins.
Árboles-botella: ¿adaptarse a la sequía o desaparecer?
¿Por qué están en riesgo? La especialista advierte de una zona en particular: “Hay zonas en que la existencia de las turberas es crítica, por ejemplo, en Chiloé. Ahí es necesario tener una intervención mucho más profunda, porque las turberas tienen un rol clave en el almacenamiento de agua dulce. Chiloé no tiene nieve, ni deshielos; ahí el agua dulce se almacena en humedales, turberas, lagunas, bosques, entre otros”.
No sólo las industrias como la forestal o la minera amenazan sectores ecosistémicos tan ricos, sino que también la recolección indiscriminada y a gran escala de Sphagnum (pompón), musgo fundamental en el proceso de fotosíntesis, es decir, captador de CO2.
Prohibir, ¿la solución?
En la actualidad se tramita en el Congreso el proyecto de ley que declara de interés nacional el musgo Sphagnum (pompón) prohibiendo su extracción, explotación y comercialización.
Al respecto, Carolina León, afirma que “lo ideal es que todas las turberas se pudieran conservar, pero también hay que entender que existen zonas en que las personas viven de su recolección. Entonces, uno de los problemas que tiene este proyecto de ley es que no entrega otras herramientas para la conservación. Prohíbe la recolección, pero no conlleva programas para reconversión de empleos, ni subsidios, por ejemplo, para hacer turismo sustentable en los lugares en dónde hay turberas”.
Claro, se requieren buenas políticas públicas que atiendan los problemas locales, pero lo cierto es que, por lo menos en Chiloé, es imperioso terminar con la explotación y destrucción de los ecosistemas que conforman las turberas.
Ahora, tú, ya las conoces y puedes unirte para asegurar su conservación por el bienestar de todos.