Corrientes y remolinos oceánicos se están intensificando
Un nuevo estudio revela que se están produciendo cambios en la energía de las corrientes oceánicas y en los remolinos, lo que tiene implicaciones en el almacenamiento de dióxido de carbono y el clima.
Los investigadores están preocupados con que el aumento de energía en los remolinos pueda afectar la capacidad de absorción de dióxido de carbono del Océano Austral. Como los procesos de la tierra están interrelacionados, las corrientes oceánicas pueden afectar el clima global. La energía de estas corrientes y sus remolinos asociados ha aumentado, lo que podría afectar la manera en que el océano almacena dióxido de carbono y calor. Desde el comienzo de la revolución industrial, el océano ha absorbido más de un tercio del dióxido de carbono adicional en la atmósfera proveniente de los combustibles fósiles.
Los remolinos, en particular, capturan una gran proporción del dióxido de carbono emitido a la atmósfera por las industrias humanas. Son sistemas importantes para distribuir calor, carbono y nutrientes en diferentes partes del océano y para regular el clima.
Estudio revela la intensificación de los remolinos
Las corrientes oceánicas y los remolinos han cambiado en las últimas tres décadas, según un estudio, que lleva por título "Cambios globales en las corrientes oceánicas de mesoescala sobre el registro de altimetría satelital", publicado recientemente en la revista Nature Climate Change.
En él, los autores informan de un aumento importante en la variabilidad de mesoescala en áreas ricas en remolinos, de entre 2-5% por década, mientras que los océanos tropicales tienen una disminución en la variabilidad. Estos cambios observados en la circulación oceánica tiene efectos en cadena sobre el intercambio de calor y carbono entre el océano y la atmósfera. Los autores enfatizan que los remolinos oceánicos de mesoescala juegan un papel muy importante en la mezcla de calor, carbono y nutrientes, mientras regulan el clima y las escalas locales y regionales.
En su estudio, los científicos analizaron la temperatura y la altura del océano usando altímetros satelitales, desde 1993 hasta 2020. Descubrieron que los remolinos se estaban volviendo más intensos en lugares donde se sabe que están activos. Los investigadores encontraron que estos cambios ocurren en el Océano Austral, en el Atlántico Sur y a lo largo de la corriente de Australia Oriental.
Se observó una intensificación de la fuerza de los remolinos sobre el Océano Austral. También otros tipos de cambios se observaron en la Corriente del Golfo, la Corriente del Este de Australia y más. Alarmantemente, la energía adicional en estos sistemas puede afectar la capacidad del Océano Austral en absorber dióxido de carbono.
Es difícil precisar una relación directa entre estos cambios y las variaciones climáticas; sin embargo, los cambios pueden generar impactos en el clima global y en las pesca. Reflexionando sobre sus resultados, la Dra. Janet Sprintall de la Institución Scripps de Oceanografía en California dijo: “Los océanos del mundo absorben la mayor parte del dióxido de carbono que los humanos inyectan a la atmósfera. El Océano Austral, en particular, absorbe alrededor del 40% de la absorción total oceánica, y gran parte de esa absorción se logra mediante los remolinos que se producen en el océano".