¿Qué consecuencias tendrá el desconfinamiento en el medio ambiente?
El Covid-19 es el remezón más radical que hemos recibido ante la crisis climática y ecológica que padecemos. ¿Estás dispuesto a cambiar tus hábitos para asegurarle un futuro a la humanidad?
“Cuando la gente habla sobre cuando las cosas volverán a la normalidad, debemos recordar que la normalidad era la crisis”, afirma Naomi Klein, autora del libro “La doctrina del shock”. La periodista realizó esta reflexión en plena crisis por la pandemia del Covid-19 (abril 2020) y por estos días se pone a prueba si es que la gente la hizo suya en Chile.
Nuestro país, y en particular la Región Metropolitana, es protagonista del plan de transición impulsado por el gobierno tras meses de confinamiento sectorizado. ¿Qué consecuencias tendrá el regreso paulatino de las personas a sus actividades en el medio ambiente?
A nivel global, las consecuencias del confinamiento tienen un “efecto pasajero en términos de contaminación y moderado en relación con el cambio climático, principalmente por la permanencia de los gases de efecto invernadero en la atmósfera”, afirmó Nicolás Huneeus, académico de la Universidad de Chile e investigador del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2).
El dióxido de carbono, el más masivo de los gases de efecto invernadero, puede permanecer más de un siglo en la atmósfera. De hecho, pese al confinamiento, en mayo de este año la concentración de CO2 alcanzó el récord de 417,2 ppm, y lamentablemente, mes a mes vemos que esta tendencia continúa.
Aunque mejoraron algunos índices en la calidad del aire en las grandes ciudades del planeta, debido a la menor emisión de aerosoles, el calentamiento global sigue su curso. Mientras, durante la pandemia se incrementó drásticamente el uso del plástico a través de las mascarillas, guantes, botellas de desinfectantes, protectores personales, artículos médicos y de aseo, en fin.
Chile, una nueva etapa
Esta “nueva normalidad” encuentra a nuestro país en una senda algo más encarrilada tras la instauración definitiva de la Ley que “prohíbe la entrega de bolsas plásticas en todo el comercio”. Además, el registrar los junio y julio más lluviosos de la última década dan algo de tranquilidad con respecto al suministro de agua de cara a la primavera y al verano 2021, pese a que persiste la mega sequía.
Pero esto debe ir más allá de la contingencia, así lo cree Manuel Baquedano, sociólogo y director del Instituto de Ecología Política de Chile. “Nos tenemos que preparar para planificar un decrecimiento de las actividades de tal manera que el mundo se dedique a producir solamente lo necesario para subsistir y deje de lado, por ejemplo, las industrias del lujo o que no aportan nada a la vida corriente de las personas”.
Así lo entendió la Comisión del Medio Ambiente de la Cámara de Diputados y Diputadas al aprobar el proyecto de ley que prohíbe la instalación de centrales a carbón y adelanta el cierre de las termoeléctricas con menos de 30 años de funcionamiento a 2025.
En cuanto al transporte, la autoridad pretende incentivar el uso de la bicicleta, de hecho, la ministra del ramo, Gloria Hutt, anunció que se ha hecho una inversión en “180 kilómetros de ciclovías temporales”.
Lo trascendente es que cada uno de nosotros tome conciencia de la importancia de nuestros actos cotidianos y su impacto en el entorno. La pandemia es consecuencia de la “antigua normalidad”, ahora debemos enfocarnos en una nueva que respete el medio ambiente; algo que se transforma en un desafío mayor, tal como lo reconoce el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, quien afirmó que “es importante que toda la atención que debe prestarse para combatir esta enfermedad no nos distraiga de la necesidad de derrotar el cambio climático”.