¿De dónde vienen las marejadas en verano?

Las marejadas son cada vez más recurrentes debido al cambio climático, y no sólo las que se generan en nuestra parte del planeta, sino también las del hemisferio norte. Aquí les contaremos cómo se generan, se propagan y nos impactan.

Marejadas en las costas de Viña del Mar
Las marejadas más peligrosas para Chile son las que vienen del norte, pues la mayoría de las bahías son abiertas hacia esa dirección.

Estamos en verano y, si la pandemia mundial nos da un respiro, a la mayoría de nosotros nos gustaría hacer una escapada a la playa. Pero no podríamos tener peor suerte que ir a la playa y encontrarnos con un evento de marejada que no nos permita acercarnos a la zona costera.

Aunque menos comunes, las marejadas en verano también ocurren. La zona donde se originan es algo diferente a la de las marejadas de invierno.

Y es que, estadísticamente hablando, las marejadas en el verano del hemisferio sur son menos frecuentes. Pero lo que se nos escapa a este análisis es que el planeta es único y todo está conectado.

Mientras que en nuestro verano la zona de generación de los ciclones extratropicales es menos activa, la zona de generación de tormentas del hemisferio norte tiene el comportamiento contrario. Los vientos presentes en estas zonas transfieren mucha energía a la superficie del océano generando perturbación de la misma, lo que en definitiva es el oleaje. En estas zonas de generación, el oleaje es muy irregular, se mezclan muchas alturas de ola en muchas direcciones, pero éstas tienen la particularidad de viajar fuera de la zona de generación y propagarse por todo el océano.

Al igual que las tormentas en invierno del sistema extratopical del hemisferio sur impactan principiante en las costas del mismo hemisferio, en el hemisferio norte pasa lo mismo, pero existe un porcentaje de esos oleajes que viaja en direcciones que les permiten atravesar la línea del Ecuador y llegar a nuestras costas.

Estos oleajes tienen características distintas de los que nos llegan habitualmente. En la zona de generación son olas grandes y de periodo largo lo que les permite viajar largas distancias sin desvanecerse. Al llegar estas olas a Chile, las alturas no son tan grandes ya que algo de fricción y disipación de la energía se produce en su viaje de ultramar, pero el período se mantiene casi intacto.

El período del oleaje es el tiempo que tardan en pasar olas consecutivas por un mismo punto.

Y es esto último lo que las hace potencialmente peligrosas, ya que olas de periodo largo (mayores a 15 segundos) son olas con alto potencial de remonte sobre la costa, lo cual puede provocar sobrepaso en las costaneras, siendo mayor su peligrosidad si el evento coincide con mareas altas.

Grandes olas
Grandes olas formadas por marejadas son más frecuentes en invierno. Los tsunamis, también producen olas que pueden viajar de un lado a otro del océano.

Esta característica de la propagación de las ondas en el mar se hace muy relevante cuando nos enfrentamos a eventos extremos como los tsunamis, ondas de períodos entre 10 y 90 minutos.

La cuenca del Pacífico está influenciada por el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, donde la gran actividad volcánica es potencial generadora de grandes ondas de tsunami. Un tsunami generado en la zona de subducción chilena es capaz de viajar a altas velocidades por toda la cuenca oceánica. Tanto que, si quisiéramos viajar desde Chile a Japón al mismo tiempo que lo hace una onda de tsunami, ésta llegaría antes que nosotros.