Descubriendo uno de los desiertos más fascinantes e inhóspitos de Asia
El Karakum es uno de los desiertos más grandes de Asia Central. Ocupa más del 70% del territorio de Turkmenistán, con una superficie de aproximadamente 40.000 kilómetros cuadrados, y es reconocido en todo el mundo por algunas características únicas poco conocidas.
El Karakum es uno de los desiertos más grandes de Asia Central. Ocupa más del 70% del territorio de Turkmenistán, con una superficie de aproximadamente 40.000 kilómetros cuadrados, y es conocido en todo el mundo por algunas características únicas.
En Karakum se encuentran los Takyr, son grandes cuencas separadas por dunas de arena formadas diariamente por los intensos vientos que soplan de forma bastante turbulenta en el árido territorio de Turkmenistán y a lo largo de las estepas de Asia Central.
También hay depresiones en el Karakum, algunas de las cuales representan el fondo de antiguos ríos y un mar interior que se ha secado en los últimos siglos, siguiendo el mismo proceso que se produce hoy en el cercano mar de Aral. La depresión de Unguz divide el Bajo Karakum de una meseta más grande al sureste.
El origen del nombre
El nombre Karakum deriva de la particular "arena negra" que la recubre. También se le suele llamar desierto negro. Esta particular “arena negra” se caracteriza por la presencia de una sal muy particular, resultado de la evaporación de las aguas de los mares y ríos de la región y de los restos de depósitos de minerales alcalinos presentes en la zona.
Las únicas aguas que llegan al desierto de Karakum, además de las escasas precipitaciones que se producen durante el año, son las de los ríos Tejen y Murgab, que descienden de las montañas Hindu Kush al sur, y el río Amu Darya que llega desde el noreste.
Un clima desértico, muy extremo
El clima del Karakum se puede definir como semidesértico o estepario, con una marcada continentalidad y una notable amplitud térmica anual. Las escasas precipitaciones que bañan el Karakum y gran parte del territorio de Turkmenistán se deben a perturbaciones, restos de sistemas frontales o circulaciones ciclónicas, de origen mediterráneo, que bajo la presión de los fuertes vientos del oeste en altura alcanzan el Karakum luego de cruzar el Medio Oriente, y tras desviarse hacia el norte-norte/este o el noreste en la meseta iraní y el mar Caspio.
Las mayores precipitaciones, a menudo inferiores a 200-250 mm por año, suelen producirse entre finales de otoño, el invierno y la primavera. En invierno, la gran zona desértica, al estar abierta a las influencias heladas que se deslizan desde el Ártico ruso y las tierras bajas siberianas —donde se forma el robusto anticiclón térmico en las capas bajas (a menudo en altitudes sostenidas por gotas frías y depresiones de origen frío ártico) que nublan los cielos y provocan ligeras nevadas)— se ve afectado por nevadas que tiñen de blanco el Karakum, procedentes del tránsito de las corrientes occidentales, más templadas y húmedas, sobre el aire muy frío y pesado que se estanca cerca del suelo (el famoso aire frío almohadón).
En primavera, especialmente de marzo a mayo, la región se ve a menudo sometida a condiciones de fuerte inestabilidad y vientos muy impetuosos debido a los notables contrastes térmicos que se producen en territorio turcomano en cuanto una vaguada llena de aire muy frío, impulsada por la Vórtice polar desde el Ártico ruso, llega hasta Kazajistán, Uzbekistán y Turkmenistán, contrarrestando y desplazando las masas de aire mucho más cálidas que se forman sobre el Karakum tras un régimen anticiclónico previo.
Durante la temporada de verano y en el mes de septiembre el clima en Karakum es muy seco y bastante caluroso, con una temperatura del aire que fácilmente puede tocar y superar los +35°C a +40°C a la sombra. Además, siempre en verano, la presencia a gran altura de un anticiclón subtropical semipermanente que desde la zona de Oriente Medio se extiende con una gran cúpula hacia Asia occidental, mientras persiste en tierra un régimen de "depresión térmica", consigue inhibir movimientos convectivos en la atmósfera, garantizando cielos despejados o ligeramente nubosos, salvo algunos cúmulos aislados que se desarrollan durante el día y que se disipan rápidamente debido a la baja presencia de humedad en todas las altitudes.
La famosa puerta del infierno
A lo largo del Karakum también se pueden encontrar oasis, los más grandes son los de Mary y Tejen, donde se cultiva el algodón. Este desierto también es muy conocido por los llamados "cráteres de gas" de Darvaza, donde se encuentra la famosa puerta del infierno. Estos enormes cráteres fueron abiertos en 1971 por geólogos soviéticos que llegaron a la zona en busca de depósitos de petróleo y gas natural.
Durante la perforación, la tierra colapsó repentinamente creando un abismo sin fondo. Debido a la amenaza de gases nocivos para las aldeas de la zona, los geólogos decidieron prender fuego al cráter con fugas, encendiendo finalmente el cráter de fuego más grande jamás conocido por el hombre. El cráter de gas de Darvaza se ha convertido ahora en una atracción turística poco conocida que lleva ardiendo al menos 30 años gracias a la notable presencia de gases naturales bajo tierra.