Descubrimiento reciente revela el origen de los terremotos solares
Desde un principio se creyó que el origen de los terremotos solares estaba en la superficie del Sol. Estudios recientes indican, sin embargo, que el impulso de esas ondas yace en las profundidades.
Los nuevos hallazgos podrían ayudar a resolver algunos misterios alrededor de los terremotos solares. Durante años se creyó que su origen estaba en las fuerzas magnéticas o que la atmósfera exterior caliente era causante de las ondas que se propagan en la superficie del Sol durante su actividad sísmica.
En 2011, el Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA registró una llamarada fuerte seguida de un terremoto con ondas inusualmente agudas. Para rastrear el origen de las ondas, se usó una técnica llamada holografía heliosísmica. Con el generador de imágenes heliosísmico y magnético del SDO se entendió el movimiento de la superficie solar.
Recientemente, la NASA confirmó que los terremotos solares son impulsados bajo la superficie: se encontró su fuente acústica a unos 1.125 kilómetros de profundidad. Después de ocurrida una llamarada, se aprecian ondas superficiales de un terremoto que emergen de las profundidades. Los resultados fueron publicados en la revista Astrophysical Journal Letters.
¿Qué son los terremotos solares?
Los temblores también se dan en el Sol. ¿Cuesta creerlo? Incluso se parecen a los de la Tierra al liberar energía acústica en forma de ondas a lo largo de la superficie solar. En particular, luego de una erupción, se ve un estallido de luz, energía y material en la atmósfera exterior del Sol.
Los terremotos solares fueron observados por primera vez hace más de dos década (1998): la misión SOHO captó imágenes de unas ondas sísmicas propagadas en la fotosfera. A partir de entonces se dieron inicio a estudios relacionados con la actividad sísmica en las estrellas.
Erupciones solares y su relación con los terremotos de la Tierra
Según un estudio publicado por la revista Nature (2020), los terremotos más fuertes pueden estar asociados a un mayor registro de la actividad en la superficie solar. ¿Será esto demostrable?
El Sol, al liberar energía constantemente y en forma de viento, expulsa parte de la masa superficial, iones y electrones que viajan por el espacio. Estas partículas pueden llegar a la Tierra e interferir con las señales satelitales, dañar redes eléctricas y hasta provocar grandes sismos en la superficie del planeta.
En la investigación, analizaron un registro histórico de los terremotos más potentes ocurridos en la Tierra y notaron que coincidían con el aumento del número de los protones solares. Al alcanzar su punto máximo, se detectó un aumento en los terremotos por encima de 5,6 grados durante las siguientes 24 horas.
Volviendo a los terremotos solares, aún no se identifica el mecanismo exacto que los causa. La fuente sumergida que los impulsa se activa de alguna forma a partir de las erupciones solares, sólo eso se conoce. La NASA informa que continuarán las observaciones de estos fenómenos para obtener más pistas.