Desierto Florido puede no volverse a repetir tan luego
Expertos de la Universidad de Chile se plantean esta interrogante: el cambio climático y la megasequía a la que se enfrenta el país podrían frenar el crecimiento floral de la próxima temporada. Según expresan, es difícil que vuelva a ocurrir en tan poco tiempo.
Durante las últimas semanas de octubre, se ha registrado el peak de florecimiento en el Desierto de Atacama y se estima que podría darse hasta inicios de noviembre. En 2022 el “desierto florido” nos ha vuelto a visitar y pretende extender su estadía hasta diciembre, según advierten los especialistas de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza (FCFCN) de la Universidad de Chile.
Con la llegada de las lluvias durante el periodo invernal 2022 y las bajas temperaturas registradas, se favoreció la explosión de vida en el desierto más árido del planeta. Especies endémicas que sólo se ven en esos kilómetros cuadrados, como las Malvillas y Patas de Guanaco, han vuelto a resurgir: desde 2017 no se veían las planicies tan floridas.
“Son necesarias dos condiciones: una cierta cantidad de precipitaciones y olas de frío. Las plantas para poder florecer necesitan que las lluvias estén acompañadas de un golpe helado”, comentó con el arribo de este espectáculo el profesor Nicolás García, académico de la Universidad de Chile. Referente a las condiciones climáticas actuales, agregó recientemente que este evento fue inusual dado que se dio durante un año del fenómeno La Niña, y por lo general ocurre en presencia de El Niño, que favorece en mayor medida las lluvias invernales en la zona.
¿Por qué es improbable un "desierto florido" en 2023?
Según académicos de la Universidad de Chile, la probabilidad de que ocurra este fenómeno es extremadamente baja. La megasequía, a la que se enfrenta el país hace más de una década, sumada al cambio climático, serían los principales causantes de la ausencia de floración en 2023. Es aún incierto pero se cree difícil que suceda nuevamente en tan corto plazo.
Si las especies no se exponen a las condiciones necesarias de humedad y temperaturas bajo lo normal para completar su ciclo de vida no pueden florecen, sostienen especialistas en el área. Pero mientras transcurre el período de no germinación, debajo de la tierra se resguardan los insectos y semillas para cuando vuelvan a brotar.
La flora no es lo único a preservar
Los especialistas insisten en el cuidado que se debe tener al visitar el desierto durante su florecimiento. “El llamado es a respetar la flora y fauna del lugar y contemplarla con respeto, no romper las plantas, no sacar las flores, no molestar a los animales (...)", destaca el investigador García, y advierte que si se sacan las flores, se reduce la cantidad de semillas que quedan en reserva para el próximo evento.
Pero además de las especies más conocidas de animales y plantas que coexisten en este desértico escenario, podemos encontrar pequeños gusanos (nemátodos) y microorganismos que son un factor fundamental en la evolución de este ecosistema.
La entomóloga Gabriela Lankin de la Universidad de Chile asegura que los microorganismos "se encargan de degradar los tejidos vegetales una vez que se han muerto y de devolver los nutrientes a la tierra". Cuando llueve, los organismos que están en latencia se activan con el agua. Por tanto, aunque no haya flores en el desierto, es importante ser precavidos puesto que continúa habiendo vida bajo la tierra.
Aún falta por investigar: lo cierto es que todo tipo de vida merece ser respetada. En este marco, en 2023 el "desierto florido" será declarado Parque Nacional con el objetivo de resguardar la biodiversidad del lugar.