El calor extremo causado por el cambio climático amenaza la salud y la educación de los niños en todo el mundo

El calor extremo puede afectar la seguridad alimentaria y del agua, aumentar la contaminación, dañar la infraestructura e interrumpir servicios esenciales para los niños, como la educación.

Calor
Casi 500 millones de niños viven en áreas que experimentan al menos el doble de días extremadamente calurosos que sus abuelos. Foto: La Fundación Outreach.

El impacto del cambio climático se está sintiendo en la educación y la nostalgia de los niños, y podría convertirse en una preocupación global. El aumento de las temperaturas, impulsado en gran medida por las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), está provocando el cierre de escuelas.

Los niños de bajos ingresos son los más perjudicados por el calor extremo

Países como Pakistán, Bangladesh y Filipinas se enfrentan a perturbaciones importantes, ya que el calor extremo ha provocado el cierre de escuelas, lo que resulta perjudicial para los niños de familias de bajos ingresos.

El informe de UNICEF sugiere que la conexión entre el calor extremo y la salud de los niños es clara, ya que condiciones como las enfermedades y plagas relacionadas con el calor proliferan en las estaciones más cálidas, poniendo a los niños en mayor riesgo.

Los desafíos relacionados con el calor intenso también afectan la salud física, empeorando los resultados de los niños que ya son vulnerables debido a factores como la pobreza y la desnutrición. Los efectos sobre la salud van desde problemas respiratorios debido a la contaminación del aire hasta mayores tasas de problemas de salud mental , ambos resultantes del estrés causado por el cambio climático.

Además, existen consecuencias a largo plazo debido a la exposición prolongada a condiciones extremas, que ponen en riesgo la salud de los niños y comprometen su aprendizaje y desarrollo cognitivo.

Ocho países, entre ellos Mali, Níger, Senegal, Sudán del Sur y Sudán, albergan niños que pasan más de la mitad del año en temperaturas superiores a los 35 grados centígrados.

Los expertos en desarrollo infantil dicen que se necesitan acciones inmediatas para abordar estos problemas interconectados . Debemos implementar estrategias de adaptación apropiadas para garantizar los derechos educativos y los resultados de salud de los niños.

El cambio climático aumenta la vulnerabilidad entre los niños

Algunas comunidades están estableciendo centros de enfriamiento para brindar refugio seguro a los niños durante las olas de calor , con el objetivo de disminuir los riesgos para la salud y garantizar el acceso a la educación.

Se deben emplear estrategias de adaptación apropiadas para garantizar los derechos educativos y los resultados de salud de los niños.

Para garantizar la resiliencia climática y la accesibilidad a la educación, es necesaria una planificación más eficaz de las escuelas , así como garantizar el acceso universal a los servicios de salud esenciales. Los sistemas educativos no pueden construirse sobre terreno inestable y deben resistir la prueba de la turbulencia climática.

La inseguridad alimentaria está creciendo con el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos , lo que dificulta cada vez más el acceso de las familias a comidas saludables , fundamentales para el desarrollo de los niños.

Ola de calor
Es necesario garantizar que todos los niños disfruten de su derecho a la salud y la educación, independientemente de las circunstancias climáticas. Foto: Riccardo Mayer/Shutterstock.

Los huertos comunitarios y los programas de nutrición están ayudando a llenar este vacío, asegurando que los niños obtengan la nutrición que necesitan. Estos programas buscan mitigar algunas de las amenazas inmediatas a la salud causadas por la mala nutrición, agravada por problemas relacionados con el clima.

UNICEF destaca la importancia de volver a los principios básicos de salud. El aire limpio y el agua limpia son aspectos críticos cuya vulnerabilidad aumenta con el cambio climático, afectando especialmente a los niños. Dar prioridad a la calidad del aire y a las condiciones de vida saludables puede suponer un avance significativo hacia la mejora de los resultados generales de salud.