El desafío de rescatar a la ranita de Darwin del hongo que está acabando con los anfibios del mundo

El hongo quítrido llegó al Parque Tantauco, afectando a la ranita de Darwin. Científicos organizan su rescate y recuperación del ecosistema. Un grupo de ranitas ya fue trasladado a Londres.

Ranita de Darwin trasladada desde Parque Tantauco a Londres (crédito: Sociedad Zoológica de Londres).
Ranita de Darwin trasladada desde Parque Tantauco a Londres (crédito: Sociedad Zoológica de Londres).

La quitridiomicosis es una enfermedad infecciosa causada por el hongo Bd (Batrachochytrium dendrobatidis) que ataca la piel de los anfibios. Al provocar su engrosamiento, afecta su capacidad para regular la temperatura, el intercambio de oxígeno y la hidratación, llevándolos a la muerte.

Se estima que es responsable de la desaparición de 90 especies de anfibios en el mundo y la disminución de más de 500 poblaciones, por lo que ya es considerada una pandemia.

La ranita de Darwin (Rhinoderma darwinii), especie endémica en peligro de extinción, vive hoy una situación crítica por esa causa, ya que en 2023 se descubrió que el Bd llegó al Parque Tantauco, en Chiloé, uno de los pocos lugares que se consideraban libres del hongo.

En un año, la infección mató a más de 1.300 ejemplares que vivían en el parque, por lo que un grupo de organizaciones formó una alianza para rescatarlas y recuperar su refugio. Durante octubre, 53 ranitas fueron trasladadas desde Tantauco al Zoológico de Londres, institución que lidera la investigación del hongo quítrido. Allí serán protegidas mientras se estudia la enfermedad y se recupera su ecosistema. Todas llegaron a salvo.

“Las ranitas de Darwin son muy susceptibles a la quitridiomicosis; cuando una ranita se infecta, puede morir en unas pocas semanas, y la enfermedad puede producir la desaparición de poblaciones completas”, comenta Andrés Valenzuela Sánchez, presidente de la ONG Ranita de Darwin e investigador de la Sociedad Zoológica de Londres.

La amenaza sobre el particular anfibio

La ranita de Darwin es un anfibio cuya forma se asemeja a una hoja de no más de 3 cm de longitud. Su color varía desde el verde intenso al café oscuro, lo que le permite camuflarse en los ambientes que habita, en el bosque templado austral de Chile y Argentina, de donde es endémica.

Fotografía de una tanita de Darwin tomada en el Parque Tantauco, cuando las poblaciones aún estaban libres del hongo quítrido (crédito: Jaime Beltrand, ONG Ranita de Darwin).
Fotografía de una ranita de Darwin tomada en el Parque Tantauco, cuando las poblaciones aún estaban libres del hongo quítrido (crédito: Jaime Beltrand, ONG Ranita de Darwin).

De piel lisa y húmeda, tiene la nariz puntiaguda, y entre sus particularidades está el que los machos protegen a sus renacuajos en un saco al interior de su boca, donde se alimentan hasta convertirse en ranitas. Es el único anfibio que tiene ese comportamiento.

Además del hong Bd, la ranita es amenazada por la pérdida de bosque nativo y el cambio climático, que está afectando su hábitat. El último censo detectó 56 poblaciones de la especie distribuidas desde la Cordillera de Nahuelbuta, al sur de Concepción, hasta las cercanías de Puerto Aysén. “El lugar que tenía las poblaciones más grandes era el Parque Tantauco, sin embargo, debido a la introducción del hongo quítrido el año 2023, muchas de las poblaciones están bajo un gran riesgo de extinción y algunas otras ya han desaparecido por culpa de esta enfermedad”, cuenta Andrés Valenzuela.

De acuerdo al ecólogo, el hongo que causa la quitridiomicosis se encuentra actualmente en casi todo el territorio nacional y es muy poco probable que se pueda erradicar. “Por este motivo se toma este proyecto de emergencia para tratar de salvaguardar estas ranitas del Parque Tantauco hasta encontrar soluciones para poder volver a liberar estas ranitas en la naturaleza”, indica.

Ranita de Darwin siendo muestreada para la detección del hongo quítrido durante el operativo de rescate (crédito: ONG Ranita de Darwin).
Ranita de Darwin siendo muestreada para la detección del hongo quítrido durante el operativo de rescate (crédito: ONG Ranita de Darwin).

Una de las razones por las que el grupo de ranitas viajó al Zoológico de Londres es, precisamente, porque junto a la ONG Ranita de Darwin y la U. Andrés Bello, realizarán investigaciones para buscar formas en que la especie pueda sobrevivir a la infección con el hongo. “De esta forma, en el futuro, poder liberar individuos en la naturaleza que puedan permanecer en el medio silvestre pese a que esté presente el hongo. Ese es uno de los grandes desafíos, ver si logramos encontrar alguna solución frente a esta enfermedad”, agrega el investigador.

Especies endémicas amenazadas por el hongo

Los anfibios, como la ranita de Darwin, respiran e intercambian agua y minerales a través de la piel, por lo que cuando se infectan con el hongo responden engrosándola (hiperqueratosis). “Eso altera los mecanismos fisiológicos de respiración y de intercambio de agua y minerales, terminando con la muerte de los animales”, explica Claudio Azat, director del Centro de Investigación para la Sustentabilidad de la Universidad Andrés Bello, e integrante del equipo de rescate.

Trabajo en el laboratorio de la Universidad Andrés Bello procesando muestras de PCR (créditos Universidad Andrés Bello).
Trabajo en el laboratorio de la Universidad Andrés Bello procesando muestras de PCR (créditos Universidad Andrés Bello).

Debido al impacto que ha tenido la infección en las poblaciones de anfibios del mundo, ha sido declarada como la enfermedad infecciosa que ha causado la mayor pérdida de biodiversidad en la historia de la ciencia, asegura el académico.

“El hongo puede afectar a todos los anfibios y, en muchas especies, causa la muerte. En el caso de Chile, en particular, nosotros hemos hecho bastante investigación y hemos determinado que esta enfermedad también es una amenaza para la rana chilena (Calyptocephalella gayi). La rana chilena también es endémica, es la segunda rana más grande del mundo y hemos publicado investigaciones donde demostramos que esta enfermedad es altamente letal para esta especie”, indica.

Otro grupo particularmente sensible son las ranas acuáticas altoandinas, especies que viven sobre los 1000 o 2000 metros de altura en el norte de Chile, Bolivia, Argentina y Perú.

Equipo multinacional de rescate

Transportar ranitas de Darwin a otro continente no fue una tarea fácil, reconoció Ben Tapley, curador de anfibios y reptiles de la Sociedad Zoológica de Londres, a cargo de zoológico de la ciudad. Lograrlo significó la coordinación de 51 personas de 9 instituciones. “Pero gracias a un comprometido equipo de nivel mundial y un estricto protocolo de manejo, todas las ranitas sobrevivieron el viaje que incluyó atravesar 13.000 km por mar, tierra y aire”, comenta.

Instalaciones del Zoológico de Londres acondicionadas especialmente para imitar el clima del bosque templado austral de Chile (crédito: Sociedad Zoológica de Londres).
Instalaciones del Zoológico de Londres acondicionadas especialmente para imitar el clima del bosque templado austral de Chile (crédito: Sociedad Zoológica de Londres).

Además de Londres, otro grupo de ranitas rescatadas será alojado en una estación de reproducción liderada por la Universidad de Concepción en colaboración con el Zoológico de Leipzig. La red internacional no solo cuidará de las ranitas, sino que permitirá el intercambio de ejemplares para mantener una genética saludable.

El equipo de rescate de la ranita de Darwin incluye especialistas de la ONG Ranita de Darwin; la Universidad Andrés Bello; Fundación Parque Tantauco; la Sociedad Zoológica de Londres, Reino Unido; la Estrategia Binacional (Chile-Argentina) de Conservación de las Ranitas de Darwin; el Zoológico de Leipzig, Alemania; la Universidad de Concepción; y el Zoológico Nacional del Parque Metropolitano de Santiago.