El impacto de las altas temperaturas en el derretimiento del hielo: una realidad preocupante

Uno de sus efectos más visibles del cambio climático es el derretimiento del hielo en las regiones más frías del planeta. Este fenómeno no solo altera los paisajes, sino que también tiene consecuencias importantes para el medioambiente y las personas.

imagen de la cordillera de los Andes, con sus cumbres cubiertas con nieve
Cordillera de los Andes es una de las tantas regiones montañosas del planeta afectadas gravemente por el calor extremo y el deshielo acelerado de sus glaciares.

Las áreas más afectadas por los deshielos acelerados son las regiones polares y montañosas, donde se encuentran vastas reservas de hielo. En particular, los glaciares de los Andes —que son esenciales para el suministro de agua en muchas partes de Sudamérica— están retrocediendo a un ritmo alarmante. Este proceso no solo altera la disponibilidad de agua potable, sino que también impacta la agricultura, la industria y el equilibrio de los ecosistemas acuáticos que dependen del deshielo estacional.

A medida que las olas de calor se vuelven más frecuentes y severas, el impacto en los glaciares y en las fuentes de agua se intensifica. Las altas temperaturas aceleran el derretimiento del hielo, lo que provoca un aumento temporal en los caudales de los ríos, pero también deja las cuencas hidrográficas más vulnerables a la escasez de agua en el futuro. Este fenómeno tiene implicaciones para millones de personas que dependen de estos recursos para su supervivencia y bienestar.

La importancia del hielo y la nieve en los Andes

Los glaciares y las capas de nieve en la cordillera de los Andes desempeñan un papel crucial. Actúan como reservas naturales de agua, liberándola lentamente a los ríos durante las estaciones secas principalmente en la zona central del país. Esto asegura el suministro de agua para millones de personas y para los ecosistemas que dependen de ella.

Vista cercana del glaciar Serrano en el Parque Nacional Bernardo O'Higgins, destacando las formaciones de hielo prístinas y el paisaje agreste de la Patagonia.

Sin embargo, estudios recientes han mostrado que estas reservas de hielo están retrocediendo a un ritmo alarmante. En Chile, por ejemplo, se encuentra el 79% de la superficie glacial de Sudamérica. Desde los años 2000, muchas de estas masas de hielo han disminuido considerablemente debido al aumento de las temperaturas y la reducción de las lluvias.

Olas de calor y su efecto en el derretimiento del hielo

Las olas de calor son periodos cortos de temperaturas anormalmente altas. Aunque se asocian principalmente con incomodidad y riesgos para la salud, también tienen un impacto directo en el medioambiente. Durante estos eventos, el calor intenso acelera el derretimiento de la nieve y el hielo.

Un estudio realizado en Chile examinó este fenómeno entre 1980 y 2016. Se analizó cómo las olas de calor afectan los ríos que dependen del deshielo en la zona centro-sur y austral del país. Los resultados mostraron que, cuando ocurre una ola de calor, los caudales de estos ríos aumentan significativamente unos días después. Esto ocurre porque el calor extra derrite la nieve y el hielo más rápido de lo habitual.

El tamaño de las cuencas hidrográficas también influye. En cuencas más grandes, el aumento del caudal es más notorio y persiste por más tiempo. Sin embargo, este aporte adicional de agua no es sostenible, ya que significa que las reservas de hielo se están agotando.

¿Por qué el derretimiento de los glaciares nos afecta a todos?

El derretimiento acelerado de los glaciares tiene consecuencias serias. En el corto plazo, puede provocar inundaciones y cambios abruptos en los ríos. A largo plazo, sin embargo, el panorama es más preocupante. A medida que los glaciares se reducen, disminuye la cantidad de agua disponible para las comunidades y los ecosistemas que dependen de ellos.

Además, los glaciares cumplen un papel importante en la regulación del clima global. Al reflejar la luz solar, ayudan a mantener la Tierra más fresca. Pero cuando el hielo se derrite, queda expuesta la superficie oscura del suelo o el agua, que absorbe más calor y acelera el calentamiento global.

¿Qué podemos hacer?

Aunque revertir el derretimiento del hielo no es posible, sí podemos tomar medidas para mitigar sus efectos.

Reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero es clave para frenar el calentamiento global. También es importante proteger los ecosistemas que dependen del agua de deshielo y planificar cómo manejar los recursos hídricos en un futuro con menos hielo.

Este es un problema que nos involucra a todos. Informarnos y actuar desde nuestras comunidades son pasos fundamentales para enfrentar el desafío del cambio climático y sus efectos en el hielo y la nieve.

Fuentes y referencias de la noticia

-El Mostrador. Estudio constata fuerte aumento de olas de calor en valle central de Chile.

-Noticias Universidad de Chile. Olas de calor extremas que nos deparan los veranos que vendrán.

-Departamento de Geofísica, Universidad de Concepción. Relación entre olas de calor y variación de caudal en cuencas cordilleranas debido al derretimiento de hielo y nieve.

-Noticias Universidad de Chile. Análisis (CR)2 | De agua a chocolate: Efectos del cambio climático sobre la turbidez del río Maipo.