El misterio de Sandy Island, la isla fantasma en medio del Pacífico
Esta isla tiene un nombre, una historia e incluso unas coordenadas muy concretas. Estamos hablando de una franja de tierra del tamaño de Manhattan que debería emerger hacia el Pacífico.
Sandy Island es sin duda uno de los lugares más misteriosos de nuestro planeta. Estamos hablando de una auténtica isla fantasma en el Mar del Coral, entre Australia y Nueva Caledonia, en aguas territoriales francesas.
Esta isla tiene un nombre, una historia e incluso unas coordenadas muy concretas. Estamos hablando de una franja de tierra del tamaño aproximado de Manhattan que emergería en el Pacífico, en el Mar del Coral, entre Australia y Nueva Caledonia. El problema es que no existe.
El atolón aparece en algunos mapas, incluidos los dibujados por James Cook en 1774, y también ha aparecido en Google Earth como un polígono negro. Pero si navegas por la zona, hoy no encontrarás nada más que agua. Por este motivo pasó a llamarse "la isla fantasma".
La historia de Nunca Jamás
La isla fantasma también estuvo presente en los mapas del Servicio Hidrográfico francés hasta 1979, pero la confirmación oficial de su inexistencia llegó hace sólo cinco años gracias a la investigación de científicos australianos de la Commonwealth Scientific e Industrial Research Organisation que fueron personalmente hasta aquel rincón del océano en busca de la isla, encontrando sólo un fondo marino de 1.400 metros de profundidad que anula también cualquier posibilidad de presencia de tierra surgida en siglos pasados.
En esencia, esa isla, en el punto donde fue cartografiada, no existe. Incluso desde el punto de vista batimétrico su existencia parece absurda. Hoy en día, geógrafos y cartógrafos de todo el mundo siguen preguntándose cómo es posible esto.
¿Fruto de una erupción volcánica?
Al analizar la erupción de un volcán en 2001 en las islas Tonga, una investigación de 2004 demostró que una piedra pómez flotante pasó a 20 kilómetros de las coordenadas de Sandy Island, proponiendo así la hipótesis de que lo que vieron los navegantes del siglo XVIII no era una isla real, sino una "roca flotante" de piedra pómez creada por una erupción volcánica.
En cualquier caso, el misterio persiste. Ya sea un error cartográfico o un pedazo de tierra "flotante", Sandy Island sigue siendo un lugar aún por descubrir. Y nada te impide utilizarlo como destino para las vacaciones imaginarias que les contarás a tus compañeros de oficina si las pasas en la ciudad este verano.
¿Qué explicaciones tenemos hoy?
Hasta ahora sabemos que la isla fue descubierta por un barco ballenero francés en 1876, según lo informado por una carta del Almirantazgo británico de 1908, la isla todavía aparecía en muchas bases de datos oficiales como una entidad de 15 millas de largo y tres millas de ancho, más o menos del tamaño de Manhattan.
Según un grupo de investigadores, la isla no es más que el resultado de un error. Un simple error que probablemente surge de la base de datos World Vector Shorelines (WVS), desarrollada por el ejército estadounidense, que informa mapas antiguos en formato digital.
La isla inexistente reportada por la WVS ha sido reportada en cadena por otros sitios especializados. Sólo se pueden formular hipótesis sobre por qué nació la leyenda de la isla arenosa. Lo más probable es que el ballenero francés viera una gran aglomeración de piedra pómez, resultado de una erupción volcánica submarina. Se trata de fenómenos temporales, ya reportados otras veces en la misma zona.