El misterio del paisaje detrás de la Monna Lisa, parece estar resuelto después de 500 años de intriga
No sólo la sonrisa de La Gioconda es un enigma en esta pintura. También lo ha sido el paisaje de fondo de uno de los retratos más emblemáticos de la historia.
El “Retrato de Lisa Gherardini, esposa de Francesco del Giocondo”, obra pictórica del polímata renacentista italiano Leonardo da Vinci, es el nombre oficial del retrato más conocido como “La Gioconda” o “Monna Lisa”. Esta pintura ha cautivado desde siempre a quienes han tenido la posibilidad de verla, ya que su enigmática sonrisa, el supuesto embarazo y las características físicas de la modelo, su identidad o el lugar que representa el paisaje de fondo han sido motivo de análisis y discusión.
Si bien algunas de estas incógnitas aún siguen sin resolverse a más de 500 años de que Leonardo Da Vinci finalizara esta obra maestra, pareciera que uno de sus mayores misterios puede haberse resuelto.
Una académica afirma que tiene la respuesta sobre el misterio de la locación que corresponde al paisaje de fondo de una de las obras de arte más famosas del mundo.
Algunas de las teorías
Durante siglos, muchos historiadores del arte han debatido sobre el paisaje de fondo de esta obra maestra, especulando sobre los lugares que podrían haber inspirado a Leonardo a pintar ese pintoresco telón de fondo. Muchos indicaron que era producto de la febril imaginación de Leonardo, pero algunos afirmaron que coincidía plenamente con paisajes de los Alpes Italianos. Otros, trataron de encontrar coincidencias con el puente que se puede ver justo sobre el hombro derecho de La Gioconda. En particular, los puentes en la provincia de Arezzo, en el centro-norte italiano cerca de Florencia, son los que tienen la mayor cantidad de adhesiones.
En 2011, la historiadora del arte Carla Glori publicó un libro titulado "Enigma Leonardo" en el que afirmaba que el puente de tres arcos del cuadro es una referencia a Bobbio, un pueblo de Piacenza, Emilia-Romaña. En 2013, la geomorfóloga italiana Olivia Nesci, junto a la fotógrafa Rosetta Borchia daban por sentado que el paisaje es de Montefeltro, visto desde las alturas de Valmarecchia, en el norte de Italia.
En 2023, Silvani Vinceti, otro historiador del arte, afirmó que el paisaje representaba la ciudad toscana de Laterina, ya que había podido identificar algunos de los hitos físicos distintivos de la ciudad como el Ponte Romito.
Sin ningún tipo de registro de la famosa pintura en los diarios del artista, el misterio del paisaje de fondo de la Monna Lisa parecería que nunca podría resolverse... hasta ahora.
Las pistas están en la geología
Leonardo fue un genio universal, un pintor, anatomista, arquitecto, paleontólogo, botánico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista. Descrito como la persona con el mayor número de talentos en múltiples disciplinas que jamás haya existido, también poseía amplios conocimientos de geología. De hecho, ha sido conocido por utilizar su profundo conocimiento de las ciencias naturales y físicas para mejorar sus pinturas y esculturas, siendo muy meticuloso en los detalles.
Ann Pizzorusso es una geóloga e historiadora del arte italiana que dice haber identificado el fondo del retrato: la ciudad de Lecco, enclavada a orillas del lago de Como, en el norte de Italia. Pizzorusso utilizó su experiencia en geología para poder identificar los acantilados rocosos que se alzan detrás de la Gioconda en el retrato, percatándose que eran de piedra caliza, y que se parecían a las Dolomitas de Lecco, las montañas de piedra caliza, dolomita y arcilla que rodean la ciudad. Esto le ha permitido poder descartar de pleno muchos otros puentes similares al pintado por Leonardo.
Según Pizzorusso, "Puedes darle esta imagen a cualquier geólogo del mundo y dirá lo que yo digo sobre Lecco. Incluso alguien que no sea geólogo puede ahora ver las similitudes", afirma.
Pizzorusso ha podido identificar de manera inequívoca el puente detrás de La Gioconda con el puente Azzone Visconti de Lecco del siglo XIV, la cadena montañosa con los Alpes del suroeste y el lago con el lago Garlate, lugar que Leonardo habría visitado hace 500 años.
Esta investigación pone de relevancia cómo, la ciencia y el arte pueden unirse para develar misterios centenarios.