El peligro por detrás de la basura en las playas
Uno de los orígenes de la contaminación de las playas es nuestra propia falta de conciencia ambiental, cuando dejamos basuras tiradas en la arena, sin pensar en la potencial contaminación de las aguas o la muerte de animales por ingesta de nuestros desechos.
Pocos estudios se han hecho en Chile sobre la contaminación por basuras en nuestras playas, pero sin duda es algo de lo que todos nos hemos dado cuenta al visitarlas en alguna ocasión.
Por basura de playa me refiero a todo tipo de artículo o elemento que de forma natural no debiera estar en ella, sea o no de material natural o artificial. Dentro de este tipo de objetos podemos contar con utensilios plásticos, colillas de cigarro, latas, envoltorios, etc.
En un estudio realizado en las costas de Viña de Mar y Concón por la Universidad de Valparaíso, se evidenciaron que los objetos más recurrentes en estas playas son los plásticos y las colillas de cigarros, siendo estos últimos altamente peligrosos por la cantidad de toxinas que albergan y que pueden llegar a contaminar las aguas. Esto además considerando que Chile es de los países con mayor tasa de consumo de tabaco de Latinoamérica. Por otro lado, los objetos de plástico pueden ser confundidos con alimento por cualquier animal, generando la falsa sensación de saciedad y provocando la muerte por inanición de aves, mamíferos, etc.
Dentro de la basura de la playa, hay una parte de ella que no podemos evitar que aparezca, y me refiero a la que viene del océano y se deposita en la playa por acción del oleaje que llega a la costa. En realidad, si podemos evitar que llegue, y es no haciendo que llegue al mar en primera instancia. Este es un esfuerzo, no sólo local, sino internacional, ya que la basura que llega al océano puede viajar miles de kilómetros y depositarse en zonas ni remotamente cercanas a su origen. Y por otro lado, hay una parte de la basura que sí se deposita directamente en la costa y nosotros, los usuarios, somos los responsables de eso. Desde el punto de vista local, al menos podemos manejar esta segunda fracción de basura a través de la educación ambiental de la población desde las edades más tempranas.
El COVID-19 y la inseparable mascarilla
Ahora que se acerca la temporada estival, las municipalidades de las comunas costeras más turísticas se preocupan de mantener limpias sus playas, pero este año se suma un elemento contaminante más a lo habitual, y son las mascarillas que nos protegen del COVID-19.
Por norma sanitaria debemos llevarlas y usarlas en la playa, o al menos mientras no estemos en el agua, y este hecho ya se ha convertido en un problema claro durante la época estival de nuestros vecinos del hemisferio norte, donde se ha visto aumentada la contaminación de las playas por estas mascarillas.
Si bien el planeta sufre por la falta de conciencia ambiental de sus habitantes desde hace décadas, motivo por el cual sufrimos esta pandemia en la actualidad, nosotros devolvemos la mano con un nuevo objeto con el cual la tierra y las especies tienen que lidiar en sus espacios naturales.
Las consecuencias definitivas de la contaminación de playas pueden verse desde dos puntos de vista:
- Desde el punto de vista económico: donde la contaminación devalúa el sistema natural desde el punto de vista turístico, haciéndolo poco atractivo para la llegada de visitantes.
- Desde el punto de vista ambiental: este es el que realmente nos debiera preocupar, ya que de él se deriva también el anterior. Proteger los ecosistemas los hace crecer en valor ecológico y los convierte en mejores sistemas productivos que, bien manejados, pueden ser una fuente de desarrollo sustentable para las comunidades.
Finalmente, pensando en nuestras próximas vacaciones, si vas a visitar la playa no te pido que la limpies, pero sí que no la ensucies.