El peligroso 'gusano de neón' que apuñala a sus presas
Se acerca Halloween, y si estás buscando ideas espeluznantes y creativas para personificar podrías inspirarte, por qué no, en el peligroso 'gusano de neón'. Su morfología es muy atractiva pero termina 'apuñalando' y envenenando a sus presas. Te contamos todo sobre esta criatura.
Conocido como 'gusano de neón' por su color azul brillante, este ser vivo tiene una línea discontinua azul rodeada por dos líneas amarillas que recorre su largo cuerpo. Dependiendo de la especie puede medir desde unos pocos centímetros de largo hasta decenas de metros; de hecho, la especie Lineus Longissimus, de 60 metros de longitud, figura en el Libro Guinness de los Récords de 1995 como el animal vivo más largo de la Tierra
En la jerga científica se lo llama Tetranemertes bifrost. El primer término 'tetranemertes' indica que este gusano pertenece a los nemertinos, un filo de invertebrados con unas 1300 especies (en su mayoría marinas, aunque también algunas viven en ríos y en la tierra), y el segundo término, 'bifrost', describe el cuerpo resplandeciente del nemertino y hace alusión al brillante y ardiente puente arcoíris que conecta a Midgard (el mundo de los seres humanos) con Asgard (el reino de los dioses), según la mitología nórdica.
Un trabajo de investigación publicado por Irina Cherneva, de la Universidad Estatal de Moscú, Rusia, et al., han logrado encontrar siete nuevas especies de nemertinos. La más llamativa es este gusano de neón, el Tetranemertes bifrost, que habita en el Caribe. Las otras seis especies han sido encontradas en lugares muy distantes como: el Golfo de México, Omán en la Península Arábiga, y hasta en Japón. Incluso en el mar de Alborán, España, han encontrado la especie típica del género Tetranemertes antonina, con una apariencia de un largo y horrible hilo rojo.
Gusanos muy peligrosos: apuñalan y envenenan a sus presas
Estos gusanos de neón, bien podrían protagonizar una película de terror porque, además de su llamativa apariencia poseen otra característica más distintiva aún, y es la presencia de una trompa o probóscide, con la cual cazan a sus presas. El Tetranemertes bifrost, y todas las especies de su clase, los hoplonemertinos, son unos auténticos "navajeros" que apuñalan a sus presas.
Esa trompa posee una especie de punzón con estilete y base. Usan el estilete (que sería la hoja de una “daga”) para perforar a sus víctimas, generalmente se trata de otros gusanos o pequeños crustáceos. Esos pinchazos no siempre llevan a la muerte directa a su presa, por eso, el punzón de este gusano de neón suele estar envenenado.
Los venenos que han desarrollado los nemertinos resultan una mezcla de sustancias letales, que no solo sirven para el ataque, sino también para su defensa. Los peces son depredadores naturales de estos gusanos, pero si se trata de un nemertino no lo ingieren, puede ocurrir que por error los capturen pero los devuelven rápidamente, antes de que el veneno pueda entrar en contacto con ellos.
Estos gusanos no son para nada improvisados pues tienen “varias armas”. En cada ataque el gusano de neón pone en riesgo el estilete y puede perderlo, pero eso no altera su mecanismo de “ataque” (ni de defensa), ya que en la misma probóscide poseen bolsas con estiletes de reserva, una especie de "cajón de dagas de repuesto”.
La naturaleza de las claras señales
Su coloración aposemática, tan llamativa y vistosa es una advertencia sobre lo peligrosos que pueden resultar. Algunos animales que lucen así de deslumbrantes son venenosos, como el caso de estos gusanos nemertinos, otros, como el pez payaso, no lo son, pero viven con una anémona urticante.
Luego están los seres vivos que se “disfrazan” de manera llamativa para que potenciales atacantes crean que son muy peligrosos, pero en realidad son inofensivos, a esto se lo llama mimetismo batesiano, en honor de Henry Walter Bates, quien lo observó en el siglo XIX en las mariposas amazónicas.
Detrás del conocido espectáculo que parece de otro mundo en la bioluminiscencia del mar, hay una explicación científica. La bioluminiscencia se da cuando los organismos vivos entro del agua del mar crean esta luz brillante, tras una serie de reacciones bioquímicas en las que interviene una enzima, la 'luciferasa'. El oxígeno se encarga de oxidar el sustrato, una proteína llamada luciferina. La luciferasa, entonces, acelera la reacción y el 'adenosin trifosfato' (ATP), transforman energía química en energía lumínica.
Este proceso no es exclusivo de una especie en particular, se da en distintos tipos de: bacterias, gusanos, hongos, insectos, protistas unicelulares, celentéreos, cefalópodos, crustáceos, equinodermos, moluscos, peces y medusas. Además, emiten esa señal luminosa con distintos fines: camuflaje en las profundidades marinas, atraer presas o defensores de los depredadores iluminando para confundir a sus atacantes, comunicarse, encontrar pareja y ejecutar otras actividades vitales. Por ejemplo, los calamares destellan luz para asustar a algunos peces depredadores, y así lograrán escapar aprovechando el momento de desconcierto.